Una psicóloga cuenta cómo ha aprovechado el vídeo más visto de Víctor Clavijo
"Me han pedido repetir más días".
La psicóloga de una residencia Soraya Pérez ha contado en su cuenta de X, la red social anteriormente conocida como Twitter, cómo ha utilizado un vídeo del actor Víctor Clavijo para trabajar con varios personas con deterioro cognitivo.
El intérprete acostumbra a publicar algunos vídeos recitando diferentes poemas, que suelen tener una gran acogida. El último que ha querido compartir es el de Federico García Lorca La Casada Infiel, que tal y como ha contado fue grabado para la plataforma Poética 2.0.
Desde que lo compartiera el pasado 20 de febrero, su publicación ya ha superado las 2,5 millones de reproducciones y ha recibido multitud de respuestas, entre ellas de diferentes profesionales que lo han utilizado para desempeñar sus trabajos.
Pérez ha sido uno de estas personas que lo ha usado en su labor diaria y lo ha querido contar públicamente: "Soy psicóloga de una residencia y hoy he trabajado con este vídeo con personas con deterioro cognitivo".
"Ha sido maravilloso como han comprendido el texto y como han disfrutado de la manera de recitar. Les ha encantado y me han pedido repetir más días. Así que gracias!", ha añadido la psicóloga.
Esta es la letra completa del poema La Casada Infiel, de Federico García Lorca.
- Y que yo me la llevé al río
- creyendo que era mozuela,
- pero tenía marido.
- Fue la noche de Santiago
- y casi por compromiso.
- Se apagaron los faroles
- y se encendieron los grillos.
- En las últimas esquinas
- toqué sus pechos dormidos,
- y se me abrieron de pronto
- como ramos de jacintos.
- El almidón de su enagua
- me sonaba en el oído,
- como una pieza de seda
- rasgada por diez cuchillos.
- Sin luz de plata en sus copas
- los árboles han crecido,
- y un horizonte de perros
- ladra muy lejos del río.
- Pasadas las zarzamoras,
- los juncos y los espinos,
- bajo su mata de pelo
- hice un hoyo sobre el limo.
- Yo me quité la corbata.
- Ella se quitó el vestido.
- Yo el cinturón con revólver.
- Ella sus cuatro corpiños.
- Ni nardos ni caracolas
- tienen el cutis tan fino,
- ni los cristales con luna
- relumbran con ese brillo.
- Sus muslos se me escapaban
- como peces sorprendidos,
- la mitad llenos de lumbre,
- la mitad llenos de frío.
- Aquella noche corrí
- el mejor de los caminos,
- montado en potra de nácar
- sin bridas y sin estribos.
- No quiero decir, por hombre,
- las cosas que ella me dijo.
- La luz del entendimiento
- me hace ser muy comedido.
- Sucia de besos y arena
- yo me la llevé del río.
- Con el aire se batían
- las espadas de los lirios.
- Me porté como quien soy.
- Como un gitano legítimo.
- Le regalé un costurero
- grande de raso pajizo,
- y no quise enamorarme
- porque teniendo marido
- me dijo que era mozuela
- cuando la llevaba al río.