Una experta en lenguaje no verbal analiza con lupa los gestos de Trump y Zelenski: dicen mucho más de lo que parece
"No han llegado a las manos de milagro".

La reunión en el Despacho Oval entre el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se define principalmente por la tensión que terminó con una discusión, provocando una gran sorpresa a nivel mundial.
El intercambio de palabras no ha sido el único protagonista del momento, pues el lenguaje no verbal para Patrycia Centeno (@politicaymoda), periodista y experta, fue bastante evidente y se transmitió muchísimo con los gestos: "No han llegado a las manos de milagro".
Según su análisis, el gesto que más se ha repetido durante la discusión es el índice levantado: "Puede expresar acusación, amenaza y dictado. Trump lo ha utilizado con Zelenski en todas las posiciones (eres el culpable, cuidadito conmigo y harás lo que yo te diga)".
Tras la réplica de Zelenski en todo momento, se ha fijado en que Trumop le da un "toque en el brazo", no tan sutil como el de Macron. "Es un toque de 'STOP' (previo a una pelea física): la diferencia la vemos en la actitud (expresión facial) de Trump (odio) y la de Macron (calma)", ha añadido.
Del vicepresidente estadounidense, J.D. Vance, ha destacado que se ha tirado de la corbata (un "símbolo fálico") antes de encararse a Zelenski. "Equivale a tocarse los testículos para marcar territorio de un modo altamente testosterónico", ha expresado.
Para la experta, Zelenski estaba muy incómodo y trató de tranquilizarse o incluso reprimirse mediante suspiros y miradas al techo. Sin embargo, apartaba la mirada y arrugaba la nariz para expresar asco. Su pierna adelantada podía dar indicios de estar dispuesto, "en más de un momento", a levantarse e irse de la reunión. El cruce de brazos indicó defensa y oposición.
Por otro lado, el mismo presidente ucraniano trató de acercar posiciones con varios gestos, encogiéndose y acercándose al vicepresidente para señalarle que no es su enemigo. "Y hasta explicarse empleando las emociones para que empatizaran con él (tocando pecho y corazón), pero no le ha servido de nada", ha opinado.
Como conclusión, Trump no ha despedido a su invitado, Zelenski, quien se va solo de la Casa Blanca. "Diplomáticamente, lo nunca visto", ha rematado la experta en protocolo.