Santiago Niño Becerra admite su error, cambia el estilo y anticipa lo que pasará hasta octubre
No ha ocurrido lo que pensaba.
El economista Santiago Niño Becerra, uno de los pocos expertos que vio venir la crisis de 2008, ha admitido en un hilo de Twitter que se equivocó en una de las predicciones que hizo a mediados del año pasado, cuando alertó de que venía un otoño de crisis económica profunda.
"Varios economistas -y yo también- dijimos a mediados del 2022 que a partir de otoño la economía mundial entraría en una caída más o menos profunda según los países", ha empezado diciendo en Twitter, done ha recordado que él introdujo la idea de que los españoles habían optado por vivir al día y que eso tenía muchos riesgos.
"Gran parte de la población no quiere pensar en lo que ocurrirá en tres meses", dijo en la Cadena Ser en agosto pasado: "Yo creo que este verano la gente va a tratar de aprovechar el momento sin pensar en lo que viene después, y luego a ver qué pasará. Pero el otoño creo que va a ser complicado".
Pero lo que ocurrió luego no fue así y ahora Niño Becerra cree que la situación seguirá siendo parecida a la actualidad "hasta este otoño". El economista cree que la predicción ha fallado por tres motivos. El primero: "Todos los Gobiernos han seguido aumentando el gasto y las promesas de gasto, mucho por ser año electoral y las autoridades económicas han mirado hacia otro lado".
Otra razón: "Aunque el ahorro medio por familia durante el virus no fuese mucho ha servido para seguir gastando -aunque sea en gastos más baratos- y compensar el aumento de precios, pero de ese ahorro ya no queda prácticamente nada".
Niño Becerra apunta que ahora "será interesante ver como evoluciona este verano el gasto medio por turista y día en España" porque "de momento con datos a 31 de marzo y en términos reales está cayendo".
Y da también la tercera razón por la que las cosas no han ido como esperaba: "El impacto acumulado de los aumentos ya habidos en los tipos de interés aún no ha llegado a su totalidad a la economía porque las medidas de política monetaria tardan varios meses en manifestarse en su totalidad".
El economista matiza que "es cierto que han aumentado los costes de financiación a nivel individual, pero el impacto combinado tardará algún mes más en manifestarse".
Pese a que Niño Becerra, normalmente pesimista en sus previsiones, pronostica ahora unos meses de calma, anticipa que el año que viene puede ser complicado: "Otros aspectos han influido, como la desaceleración en los precios de la energía o el rescate de varios bancos en USA. Entre una cosa y otra el 2023 se ha capeado, pero ¿qué sucederá en el 2024 cuando se normalicen las actuaciones?".