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Reserva una habitación en Filipinas por cinco euros y al abrir la puerta confirma que se trata del mejor negocio posible en un viaje

Reserva una habitación en Filipinas por cinco euros y al abrir la puerta confirma que se trata del mejor negocio posible en un viaje

Mow, en un momento de su vídeo.TIKTOK

Thelittlemowgli, una viajera española muy popular en TikTok, donde cuenta con casi 440 mil seguidores, ha vuelto a la carga con una de esas historias que te dejan con la boca abierta. Esta vez, la aventurera se ha metido de lleno en una experiencia lowcost: una habitación en Filipinas por la que ha pagado el módico precio de cinco euros y medio por persona. Eso sí, sin haber visto una fotografía del establecimiento ni tampoco preguntar demasiado, porque donde hay riesgo, hay diversión.

“Hemos alquilado una habitación en Filipinas por cinco euros y medio por persona sin ver las fotos ni nada, y vamos a ver qué nos encontramos”, suelta Mow nada más empezar el vídeo, que ya supera las 172 mil reproducciones y sigue acumulando visionados como la espuma. Lo que vino después fue una sucesión de sorpresas que nadie se esperaba.

"Tiene la piel fatal, pobrecita", comenta nada más llegar al alojamiento, después de fijarse en una perra con una infección detrás de la oreja. Y aunque la cosa ya pintaba algo rara, la sorpresa solo acababa de empezar. Porque antes de enseñarle la habitación, la llevaron por un largo pasillo y le enseñaron una cocina comunitaria, equipada con lo más básico y al aire libre, aunque con todo lo necesario para hacerse sus propios platos cuando y como le apeteciera. "¿Quieres cocinar tú misma?”, le preguntan los encargados del albergue.

Después de la cocina comunitaria, llega por fin el momento de entrar en la habitación, a la que se debe acceder descalzo, una costumbre que demuestra respeto hacia el anfitrión y que también le añade un toque de autenticidad a la estación. Al cruzar la puerta, ahí está la habitación de cinco euros: un buen tamaño y cuatro camas para dos huéspedes. Al que hay que añadir una terraza compartida en la que pueden colgar la ropa de la playa y todo lo que se les pueda pasar por la cabeza. “¡Vamos a dormir con otra persona? ¡Noooo!”, exclama una atónica y alegre Mow, celebrando que todo aquel espacio era solo para ellas.

Sin embargo, el momento cumbre llegó cuando les enseñaron los servicios. "¿Y el baño privado? ¡El baño privado!”, exclama entre risas, emocionada al descubrir que, cuando lo normal en ese establecimiento sería compartirlo, tenían uno solo para ellas. Un lujo.

A pesar de la idea preconcebida, lo que al principio apuntaba a una estancia digna de que se recuerde como una pesadilla, acabó convertirse en una grata sorpresa que Mow y su amiga celebran saltando sobre la cama. De hecho, antes de centrarse en la celebración, la intrépida viajera española le sugiere (con ironía) a la encargada del albergue que suba los precios:  "¡Es tan barato! ¡Tienes que cobrar más!", le dice en un macarrónico inglés. “Por cinco euritos. He triunfado lo más grande, chaval”, dice en cámara.

La viajera y creadora de contenidos, que en la biografía de su canal de YouTube se define como alguien que ha dejado todo en España para perseguir su sueño de recorrer Asia, no duda en mostrar la realidad del continente tal y como es. "Desde las costumbres locales hasta las tradiciones más arraigadas", promete en el texto. Y vaya si lo cumple.

"Yo estaba acojonadísima”, confiesa Mowgli en un momento del vídeo, que se ha hecho viral. Aunque después de ver que todo era muy diferente a lo que se había pensado, para bien, sentada en la terraza, no se lo piensa dos segundos: “Es que amo este país, tío. Te lo juro. En mi amaquita, en mi terracita. Por cinco euros”.