Miguel Quintana: "De mi grupo de la universidad estamos trabajando en periodismo dos"

Miguel Quintana: "De mi grupo de la universidad estamos trabajando en periodismo dos"

Entrevista al presentador y experto en fútbol, que saca, a sus 34 años, una biografía que es también una radiografía de la generación de la crisis. 

Miguel QuintanaLupe de la Vallina

Sacar una biografía a los 34 años puede sonar pretencioso pero en este mundo de internet 10 años son una eternidad. Miguel Quintana (Madrid, 1990) es el rostro de lo que la vieja guardia del periodismo patrio llama "panenkitas", algo así como eruditos del fútbol que parece que disfrutan más hablando del bloque bajo que de la polémica de turno. 

Quintana dejó la carrera de Periodismo en el último año y se pasó a internet, donde estuvo en Ecos del balón y en programas disruptivos para YouTube y Twitch como Mr. Underdog. Ahora se ha hecho un hueco entre los popes de la comunicación y tiene un programa diario en Radio Marca y otro en Dazn. 

El periodista recibe a El HuffPost en los estudios de Radio Marca y, como dice Quintana en la dedicatoria del libro que hemos llevado a la entrevista, esto ha sido una charla de "dos chavales de los 90" sobre lo que se encontraron al salir de la carrera. 

- Tu historia es la de muchos periodistas nacidos en los 90 que sólo hemos conocido un periodismo en crisis.

El libro no deja de ser un repaso a mi carrera con partes de crítica, positiva y negativa, a la profesión. También creo que es un diario de abordo de alguien que nació en 1990, llegó a la universidad el año de la crisis, salió a un mercado laboral complicado que no había solucionado los problemas que había causado la crisis y que se tenía que ganar la vida de una forma no prevista. El libro es la crónica de una generación que creo está siendo juzgada sin que haya podido dejar su opinión y sin que haya podido dejar algo en el mundo porque, para bien o para mal, acabamos de llegar.

- Una biografía a los 34 años quizá parezca presuntuoso.

En esto digo que es un poco raro pero que leas el libro y luego me digas si la historia merece la pena o lo no. Entiendo el prejuicio, yo también lo tendría, pero era una historia que llevaba dentro y necesitaba escribir justo en este punto en concreto por mi situación vital y laboral, porque quería escribir desde el privilegio que ahora ostento y no sé cuánto me va a durar.

- No sé cuánta gente de tu grupo de amigos de la universidad es periodista, del mío poquísimos.

Es literalmente así. De mi grupo de la universidad estamos trabajando dos. Yo y un compañero que tiene un medio en Logroño que ha creado él. Hemos tenido que emprender y ahora para las nuevas generaciones esto del emprendimiento está como demasiado en boga por Amadeo Llados y todos los advenedizos de las redes. A mí emprender me sonaba a otro tipo de historia.

- Cuando llegas a medios grandes, escuchas a gente hablar con 50 o 60 años de aquellos años gloriosos del periodismo donde había mucho dinero. Algo que nuestra generación no ha vivido ni por asomo.

Siento la necesidad de escribir este libro cuando escucho las historias que cuenta Felipe del Campo en su libro. En la presentación están Relaño, Pedrerol, son personas que lo han logrado todo en la profesión pero han vivido un sector diferente tanto en el día a día de trabajo como en las condiciones y el contexto. Todo es diferente. Yo ese periodismo no lo he encontrado. Los escuchaba muy atento pero digo "joder, es que mi realidad es diferente" y es común a muchos compañeros e igual es hora de contarlo. Está bien sentir nostalgia de lo que no has vivido.

- Esto nos dicen mucho a los millennials, que somos la generación de la nostalgia.

Sí, nostalgia por lo que ya no podemos hacer. Está muy bien repasar todo el García- De la Morena pero ese tiempo ya se fue. El que tenemos ahora es el de un sector muy complicado donde las batallas de audiencia son por lo bajo y las condiciones económicas son las que son.

- Hemos oído mil historias de "yo en los 80 llegué a tal radio, me contrataron porque sí y aquí llevo 40 años". Eso ya no pasa.

Ahora los grandes medios tienes que acceder con la carrera y con máster de los propios medios porque es complicado. Es mucho más complicado. No creo mucho en la meritocracia porque es un concepto muy manoseado pero sí que es verdad que cada vez hay más barreras. El máster no deja de ser una barrera socioeconómica muy importante.

- Abres el melón de las carreras de Periodismo. Creo que entramos a la facultad en el mismo año y somos de esa generación, a caballo entre lo viejo y lo nuevo, que salió para concursar en Pasapalabra pero poco más.

Es así, es un Trivial. No quiero simplificar una carrera universitaria por el pragmatismo de que te preparen para el mercado laboral, creo que la experiencia es importante, creo en el saber, nuestra carrera no deja de ser Humanista. Bien, pero no puede ser que una carrera de cinco años no te prepare nada para el mercado laboral.

- Describes una práctica de ir pasando una cámara de lado a lado que viví exactamente igual.

Claro, la misma. Y luego te ponían una nota y tú no sabías qué habías hecho bien o mal. Quiero ser cada día mejor profesional y la carrera a mí no me hacía mejor profesional, al contrario, me quitaba las ganas.

- Me sorprende de tu historia que no seas de los que entró a Periodismo por el Carrusel Deportivo de los años de la SER.

No he sido un gran consumidor. Soy de la generación y lo he escuchado mil veces pero nunca he estado súper enganchado, nunca mi opinión la he formado a partir de los medios. Fíjate que estoy tirando piedras contra mi propio tejado pero es la realidad. Creo que tiene un punto malo, que me faltan horas de radio y tele pero al mismo tiempo, haberme criado sin tener muchos conceptos me ha hecho explorar mi vía como un folio en blanco. No quiero hacer lo que nadie ha hecho antes. Quiero ver qué se hace, qué me gusta de aquí pero sin ajustarme a ningún tipo de profesional y programa en concreto. Tengo un estilo y un tipo de forma de afrontar el contenido, que es el fútbol, pero he hecho cosas muy diferentes. Entre Mr. Underdog y El post de Dazn no hay nada que ver.

- El otro día escuchaba tu editorial del Mallorca-Barcelona y era una declaración de intenciones porque hablabas de fútbol y no de las polémicas arbitrales.

Es en lo que creo. Más significativo que hablar del Barça-Mallorca y no hablar ni del penalti ni ninguna historia de estas. El lunes yo hablo La pizarra de Quintana con un editorial sobre el Valladolid porque lo más importante que pasó el fin de semana fue lo que pasó en el José Zorrilla. Es imposible rebatir que la historia del fin de semana es la del Real Valladolid pero entiendo que no es la más interese.

- ¿Al público hay que 'educarlo'?

La audiencia no es gilipollas, eso para empezar. El fútbol se puede tratar de mil maneras diferentes y todo está bien. No todo es periodismo pero todo está bien porque estamos hablando de fútbol. Creo que hay un vacío a la hora de analizar lo que está pasando en el partido porque parece que a veces es lo menos importante. Me siguen tratando como un contenido de nicho y no estoy de acuerdo. Estoy hablando del mismo partido lo que pasa es que yo hablo del partido y hay gente que se centra en el arbitraje o en una actuación concreta, pero los dos hablamos del partido, no es contenido de nicho y si es contenido de nicho, ese nicho cada vez es más grande. Si explicar por qué el Madrid tuvo problemas en la salida del balón contra el Athletic es nicho, si eso es nicho, de qué estamos hablando.

- ¿Nos tomamos el fútbol demasiado en serio?

Y así debe ser. El fútbol probablemente es un mal juego. No es demasiado divertido, es anti 2024, marcadores cortos, partidos largos, sin tiempos muertos para anuncios. No es un un deporte de highlights pero está dentro de nosotros. Lo que convierte al fútbol en algo especial. Tú eres del Madrid, ¿y cuando pierde el Madrid qué dices ha perdido o hemos perdido?

- Hemos perdido.

Es eso. Es un comportamiento religioso.

- Cuando era pequeño mi padre no cenaba si perdía el Madrid.

Es que así tiene que ser. Si yo hablo del Madrid y digo que han jugado mal el tío que no ha cenado porque ha perdido el Madrid "este hijo puta encima no sé qué el penalti...". Que lo entiendo, está lo pasional y hay que saber manejarlo pero no puedes apartarlo. La pasión es lo más importante. Para mí, todos los contenidos que funcionan de fútbol tienen una cosa en común: que alimentan la pasión. A veces de manera desmedida y de forma maniquea, pero la clave es la pasión.

- Mi novia me dice que tiene envidia de no tener ese sentimiento a veces de ver un domingo el Madrid y celebrar los goles. Creo que si eso no te lo transmiten desde pequeño, de mayor es complicado.

Porque no es racional y por eso el reto de los periodistas es intentar aplicar un poco de racionalidad y a ver cómo lo hacemos para encajar en esta ecuación. Los seres humanos tenemos muchas preocupaciones y cada uno se agarra a lo que puede. A mí esto de juzgar a la gente que tiene una religión y cree en dios, ¿en 2024 cómo crees en dios? O ¿cómo lloras por el fútbol? Chato, llora por lo que quieras. Esto de mirar por encima del hombro porque tu pasión es más importante que la mía me parece de una superioridad cutre moral que no puedo comprar.

- Hombre cómo no vas a llorar con el gol de Rodrygo al City en el Bernabéu en semifinales de Champions.

  Miguel QuintanaLupe de la Vallina

- ¿Cómo fue el paso de internet a Radio Marca? ¿Había muchos prejuicios?

Con humidad y sabiendo que los prejuicios tenían sentido. Los prejuicios, prejuicios son. Somos humanos y yo también tengo prejuicios. Veo a una persona y por cómo viste me hago una imagen de cómo es. Eso es natural y como sabía que era natural. Aquí humildad, trabajo y en unos pocos días vamos a demostrar que somos periodistas. Que venimos de internet y que somos capaces de hacerlo.

- ¿Has cambiado tu forma de comunicar de internet a la radio?

Hay una adaptación en el lenguaje porque antes te escuchaba gente que ya te conocía con la que compartías generación que usa términos parecidos para hablar de fútbol y en la radio te escucha cualquiera. Es lo bonito. Ha habido adaptación pero tengo mi estilo. No voy a dejar de hablar de bloque bajo, bloque medio o bloque alto porque esté en un medio de comunicación, lo que haré es explicarlo, contextualizarlo y no abusar de ello.

- Dices que lo que más orgullo te da es que a la gente le dé igual de qué equipo seas.

Es lo más bonito.

- Parece que no se pueda no ser de un equipo.

Sí, porque soy de un equipo pero cuando estoy trabajando no lo soy. Sé que es complicado de entender y sé que habrá mucha gente que dice "no puedes hacerlo". Bueno, no podrás tú. Mi relación con mi equipo es peor y he renunciado a parte de esa pasión, ya me jode pero no podría hacer el trabajo de la misma manera. El gran sacrificio personal que he hecho es ese, el abandonar algo religioso me honra mucho que la gente lo reconozca.

- ¿Has sido de mitos?

No lo soy pero ni de ese mundo ni del fútbol. Soy de referentes muy cercanos. He tenido referentes, Áxel Torres, Gaby Ruiz, Antoni Daimiel profesionales que me gustan y con los que he compartido radio. Me hizo ilusión compartir tertulia con Elías Israel, con Ricardo Sierra, con Mónica Marchante. Coetáneos como Miguel Ángel Román.

- ¿Cómo te llevas con Twitter Fútbol?

Me considero parte de ello pero mi relación ha tenido que cambiar también. No puedo comportarme de la misma manera, no se comportan conmigo de la misma manera cuando estaba en internet a cuando estoy en los medios, creen que te vas por un tema económico, eso significa que no saben cómo están los medios.

- ¿Te llaman vendido?

No vendido, pero trabajas en los medios y no eres libre y trabajas en internet y eres libre totalmente y eso es una mentira. Lo que ingreso dependía más de la audiencia en internet que aquí. Cobro lo mismo. Y de momento cobro lo mismo si hablo bien del Madrid o mal y cobro lo mismo si hablo mal del Barça o bien. ¿El día de mañana te metes con algo y te echan? Pues me vuelvo a internet y no pasa nada. Estoy desarrollando mi trabajo de la misma manera que cuando estaba fuera de los medios de comunicación pero antes me consideraban uno de los suyos y ahora me consideran uno más, de como decía Axel Torres, los árbitros. Los periodistas somos los nuevos árbitros porque es verdad, incluso cuando acierta se equivoca.

- ¿Hay una guerra entre los panenkitas y los bufanderos? Unos acusan a otros de ser "bufanderos" y los otros dicen que los panenkitas nunca han dado una noticia. No sé si esto es algo sólo de periodistas. 

Es de periodistas pero interesa a más gente porque hay un conflico y todo conflicto interesa. Es un conflicto generacional normal. Está Dani Martín diciendo que no le gusta el reguetón como si El canto del loco fueran los Rolling Stones. A mí me gusta El canto del loco y me gusta el reguetón, cada cosa en su momento. Me parece importante no confundir cosas. Utilizar un lenguaje técnico siempre que tenga sentido es una de las cuestiones más importantes del periodismo y lo que creo es que tenemos que aportar valor. El periodista tiene que saber más que el aficionado porque trabajamos para eso. Nuestras ocho horas de trabajo, que siempre son más, están destinadas a saber más para contárselo mejor a la gente. Es verdad que nuestra generación lo de dar noticias no lo lleva en la sangre, yo no lo llevo. Pero me centro en el siguiente paso, en cuando sucede la noticia contextualizarla y explicarla. 

- Estás dentro de Dazn pero ¿cómo ves la problemática con el precio del fútbol?

El fútbol siempre ha sido un deporte de clases populares pero creo que de unos años a esta parte se está convirtiendo en un producto de lujo. A mí en lo particular no me gusta, debería ser más accesible la televisión, las entradas, el merchandising, pero es la dinámica de la industria. Una industria que no quiere dejar de ganar, cuyos jugadores cada vez cobran más, los traspasos cada vez son más caros. Se dice que cobran tanto porque lo producen y es mentira, para mantener esa producción el aficionado cada vez tiene que pagar más. Antes de que se rompa ese lazo entre aficionado y los clubes, que es un lazo muy fuerte porque sino ya se habría roto. Creo que deberíamos frenar un poquito. 

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Álvaro Palazón es redactor de virales, televisión y de deporte en 'ElHuffPost' y trabaja desde Madrid. Es Licenciado por la Universidad Miguel Hernández de Elche. Puedes contactar con él en alvaro.palazon@huffpost.es

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