Lo que ha visto (y fotografiado) en la ventana de un piso de Zaragoza con 41 grados es pura poesía

Lo que ha visto (y fotografiado) en la ventana de un piso de Zaragoza con 41 grados es pura poesía

Aunque viendo lo de alguna otra ciudad, quizá no es tan loco.

El mensaje de @LoCorretroncos con la comentada foto.X / @LoCorretroncos

Pleno agosto. España se achicharra. Sudan los españoles, trabajan a destajo los ventiladores y los aires acondicionados, Ramón García se desgañita en el Grand Prix y los Juegos Olímpicos están en su plenitud. Más verano no puede ser.

Pero en mitad de este estío típico empiezan a verse señales, a cuentagotas eso sí, que anticipan la llegada de la Navidad. Vigo ha comenzado ya a instalar su famosísimas luces, las administraciones de Lotería despachan ya décimos para el sorteo del 22 de diciembre y en algunas casas ya se pueden ver (o todavía se pueden ver) adornos navideños.

Si no, que se lo digan al usuario de X @LoCorretroncos, que ha subido a esa red social una fotografía del detalle que ha visto colgando de una ventana de un piso de Zaragoza en pleno verano, cuando en la calle había 41 grados.

En la imagen se ve uno de esos típicos muñecos que representan a Papá Noel escalando por la fachada para colarse en las casas. La pregunta es si el dueño de ese Santa Claus es un previsor amante de la Navidad que ya ha decorado su casa o si simplemente lo ha dejado ahí por pereza esperando que llegue otra vez diciembre.

Sea como sea, lo que está claro es que la imagen ha llamado la atención y ha provocado un aluvión de reacciones. Un usuario ha dicho: "Ahora mismo el alcalde de Vigo". Y otro: "Cuando un vigués se muda a otra ciudad pasan estás cosas".

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Rodrigo Carretero es Traffic Editor Manager en 'El HuffPost' y trabaja desde Madrid. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Valladolid y Máster en Periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid, ha trabajado en 'El Día de Valladolid', en 'El País' y en las radios musicales del grupo Prisa. Puedes contactar con él en rodrigo.carretero@elhuffpost.es