Jorge Ponce se pasa al 'true crime' con la historia del estafador de famosos: "Para estafador yo"

Jorge Ponce se pasa al 'true crime' con la historia del estafador de famosos: "Para estafador yo"

En 'Medina: estafador de famosos', Ponce intenta resolver un caso de estafa poco común de una forma poco común. 

Jorge Ponce en su documental Medina: el estafador de famososMedina: el estafador de famosos

En Jury Duty, uno de los pelotazos de Prime Video en 2023, un hombre de la calle es llamado para ser jurado en Estados Unidos con la peculiaridad de que todos son actores menos él. Esta serie documental arrasó en en los Emmy y llevó a la fama a su protagonista, que pasó de ser un anónimo a ser una estrella. 

De otro estilo es la también serie documental de comedia Los ensayos, de Nathan Fielder, más intimista y con más fuste, que trata sobre personas que quieren ensayar conversaciones difíciles para, llegado el momento, estar preparados para abordar la situación real. 

En Medina: el estafador de famosos formalmente hay un poco de Jury Duty (aunque uno sea realidad y otro ficción) hay un poco de Los Ensayos, también hay un poco de Curb your enthusiasm de Larry David, un poco de The Office con esos soliloquios a cámara pero sobre todo hay mucho de Jorge Ponce. 

En cinco capítulos, Ponce usa las herramientas del true crime y las adapta a su forma de entender la comedia para intentar atrapar a Antonio Medina, un hombre que lleva 20 años estafando pequeñas cantidades de dinero a famosos que encuentra por la calle. 

Varios días antes de su estreno en Prime Video [el 18 de octubre] Jorge Ponce atiende a El HuffPost para hablar de este ¿documental? ¿true crime? ¿un mockumentary?

- ¿Cómo lo defines? 

Voy a insistir mucho en que mockumentary no, porque creo que es algo muy guay, sin despreciar el género, he visto mil mockumentary que me parecen muy divertidos, pero si esto tiene algo especial es que lo que ocurre es real. Lo que pasa es que lo real, al ser yo quien lo lidera, pues obviamente son idioteces y cosas que no tienen sentido.

Hemos trabajado mucho la edición. Hemos metido mucha documentación. Hemos metido cosas que quien vea los primeros episodios puede ir a Google, como hice yo tarde, a ver todo lo que se había publicado por ahí. La historia es real, entonces, mockumentary no, documental... a lo mejor una agencia de publicidad le pondría un nombre en inglés más pretencioso y chulo pero true crime, documental de comedia creo que es la realidad. Seguimos la estructura del true crime, no es que la parodiemos pero sí jugamos con ella. Es un documental porque es una historia real y desde luego que lo que queremos provocar con esto es que te lo pases bien y que te rías.

¿Te ha gustado?

- Sí, me ha gustado mucho, además creo que soy bastante friki de la comedia. El tercer capítulo es buenísimo.

Qué guay, pues verás los otros dos que van a dos sitios muy chulos.

- Te iba a preguntar justo por la inspiración a la hora de armar el documental de este modo. Hay un poco de The Office y de Greg Daniels, un poco de Curb your enthusiasm, un poco de Jury Duty. No sé si os habéis inspirado el algo así o habéis elegido otro camino propio.

No hay una inspiración directa. No nos pusimos a ver este tipo de series que has mencionado pero son muchas que he consumido. Nathan Fielder tiene Los Ensayos, no sé si la has visto. Esa comedia la he consumido mucho y a mí personalmente me interesa una comedia un poco deconstruida, que habla de cómo se hacen las cosas, eso lo hemos trabajado mucho antes en La Resistencia y ahora en La Revuelta, enseñando cosas que están por detrás. 

Jury Duty me pareció muy guay pero Jury Duty es una ficción con la que rodean a un señor que no sabe que está en una ficción. Es muy divertida, me lo pasé muy bien, pero creo que lo nuestro va por lo contrario. 

- En un momento sí que me puse a buscar en Google y vi que el psicólogo que sale es real, la productora también...

Es una cosa que animo a hacer al que vea el primer episodio y surja la duda de esto es un mockumentary o qué tiene, ver los nombres, los datos que decimos, las noticias publicadas.

- Me faltan dos por ver y no sé si me juego que me hagas un destripe extremo. ¿Es un meta documental? Es decir, que luego sea todo una especie de broma como que al hablar del estafador de famosos vosotros ‘estafáis’ al espectador.

No hago spoiler de lo que es pero sí hago spoiler de lo que no es: no es. Sería muy mío, lo entiendo. Sí que lo comentamos y también lo estoy comentando mucho en la promo, en el docu no sé si llega a estar, lo grabamos pero creo que no está. Obviamente decimos que si aquí alguien ha sacado dinero con esta historia de este señor soy yo a Amazon, mucho más que el pobre Antonio Medina sacando 20 euros a lo largo de 20 años. Para estafador yo.

- Dentro de las estafas mediáticas está en los últimos años la de Paco Sanz, la de la COPE, el vuestro. ¿Necesitábais un caso como este que al final no es algo tan grave?

Era muy importante contar que Antonio Medina por lo que nos llamaba la atención y por lo que queríamos encontrarlo era porque admirábamos su capacidad para el engaño, para él adaptar las historia a las víctimas. No nos parece un villano porque se lo hace a famosos, por lo que sabemos no se lo hace a gente por la calle, algo que nos habría puesto al personaje en otro sitio. Como nos lo hace a los famosos creo que está guay, es una tasa que tiene que pagar la gente que sale en la tele, saber que puede haber gente a tu alrededor que te puede sacar 20 pavos.

- En tema de producción, ¿cómo ha sido juntar a tantos famosos? David Broncano, Silvia Alonso, Berto, María Galiana, Ernesto Sevilla, Joaquín Reyes, Buenafuente...

La cercanía es lo que más lo hace. Nos conocemos, hemos coincidido en programas y tal, se les cuenta el proyecto, se les explica y obviamente no levanto el teléfono y vienen al momento pero en unos días organizamos ese volquete de famosos para ver si pica Antonio.

- ¿Ha sido duro compaginar un programa diario como La Resistencia con este documental?

Había días que decía si de repente me peta un ojo y se me ensangrenta entero no me extrañaría porque ha sido fuertecito. Especialmente la grabación, luego en edición fue difícil pero lo empecé a llevar un poco más. Fue durete. Necesito coger aire y a la vez me ha gustado tanto el camino que hemos encontrado de realidad con comedia que me apetece volver a hacer cosas por este camino porque creo que está muy guay.

- Bromeáis con eso en el documental pero, ¿hubo algún momento real en el que pensasteis que no salía adelante?

Nos metemos en una producción donde no sabemos que iba a pasar y entonces nos han pasado muchas cosas, hemos tenido suerte. Pero sí, sí, hubo tensión porque Amazon fue muy valiente al confiar en nosotros al entender que la parte interesante no era sólo el tema Antonio Medina, el ir por estos sitios, no es la comedia más comercial del mundo. El documental lo puede ver todo el mundo pero de primeras estas cosas de ir mirando, de ir a por un objetivo pero mirar hacia los lados es algo que está muy guay que nos hayan apoyado en esto. Pero sí, hacía falta un final y ha habido momentos donde no sabía que iba a pasar.

- Durante todo el documental cuesta saber si todo es real o mentira, ¿cómo crees que lo percibirá el espectador?

La clave del proyecto a la hora de hacerlo es que no caigan en que todo es mentira. Si quieren sospechar de algunas cosas de que sí o no o tal pero es importante y nos hemos esforzado en que lleguen y vean una cosa, se vayan a Google a certificar lo que haga falta y que lo disfruten. Que disfruten esa duda. Hablando de Los Ensayos una de las cosas que más me gustó es que me pasaba después de cada episodio pensando qué es verdad o qué es mentira, qué hay preparado, hay actores pero hay algunos que yo creo que sí. Esa forma de reflexionar para mí eleva la serie, juega conmigo y le entro mucho más. Y si no que se rían de los chistes tontos.

- Es curioso que este documental salga casi a la vez que el de Carles Tamayo [Cómo cazar a un monstruo] y vosotros mismos habéis puesto en contraposición lo que es uno y otro.

Ha sido muy gracioso porque lo presentamos juntos en Vitoria y de repente él vio el tráiler mío y yo vi ya imágenes del suyo, empezamos a hablar de que las dos producciones se hicieron casi a la vez pero sin él sabiendo que yo estaba haciendo eso ni yo lo suyo. Es muy gracioso porque el nuestro de alguna forma es la némesis del suyo. Tienen mil cosas en común, el último episodio suyo y el último nuestro ya verás, tiene un paralelismo súper interesante pero el suyo va con la solidez y la importancia de un señor como ese Lluis Gros pederasta y el nuestro con un pequeño estafador que estafa a gente que merece ser estafada porque, siempre recuerdo esto, a los famosos hay que sacarles dinero.

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Álvaro Palazón es redactor de virales, televisión y de deporte en 'ElHuffPost' y trabaja desde Madrid. Es Licenciado por la Universidad Miguel Hernández de Elche. Puedes contactar con él en alvaro.palazon@huffpost.es