Javier Ruiz señala el 'síndrome del Luis Butón': lo sufre mucha gente en España y con consecuencias
"En España tenemos muy malos sueldos y muy grandes aspiraciones".
El periodista Javier Ruiz, jefe de Economía de la Cadena Ser, ha dibujado algunas de las causas que pueden hacer que en España seamos los reyes de las falsificaciones.
Todo ello después de que n estudio publicado por la Oficina Europea de la Propiedad Intelectual (EUIPO) haya reflejado que el negocio de las falsificaciones le supone a España perder 1.511 millones de euros al año de media (el 6,7% de sus ventas) y más de 15.000 puestos de trabajo.
Y más datos que dan una idea de la magnitud: "El 20% de los españoles reconoce haber comprado un producto falso a sabiendas, porcentaje que sube al 45% cuando se trata de los jóvenes".
En una entrevista en Uppers, Ruiz ha certificado que "en España somos los reyes de esto, el segundo país que más falsificaciones compra y que más daño hace a esto".
"Es una cosa que todos creemos que se queda en la manta que estás comprando. Olvidémonos de la manta, las falsificaciones a día de hoy se llaman AliExpress, y no nos damos cuenta de que estas son vías de financiación de actividades como terrorismo, tráfico de drogas y muchas otras cosas", advierte Ruiz, que insiste en que éste "es un negocio milmillonario, pero extremadamente turbio".
El periodista lamenta que en España, en este terreno, "somos más falsos que un duro de madera".
"Yo tengo una tesis personal en esto avalada simplemente por el olfato de quienes hemos hablado y entrevistado. En España tenemos muy malos sueldos y muy grandes aspiraciones y cuando juntas las dos cosas, gente que vive como vive con la precariedad que vive y que quiere llevar a Luis Butón, no a Louis Vuitton, cuando juntas esas dos cosas... esto es lo que pasa", explica el periodista.
"Tienes aspiraciones de una vida homologables a la del lujo francés, alemán, y un dinero de precario español. Y esto es lo que da la sensación que es lo que está haciendo que tengamos esa amistad con lo falso en España", señala.
E insiste: "Aquí somos especialmente consumidores porque ha sido muy fácil comprarlo, todos los que habéis ido a la playa lo sabéis, podéis comprar desde un Cartier que es Curtier hasta Cristo es Dios. Hay todo tipo de marcas falsas que están ahí fuera y a veces son falsificaciones buenas. Tenemos mucha oferta, mucha aspiración y lo que no tenemos mucho es dinero y esto probablemente combina así", zanja.