Fernando Trueba es más tajante que nunca al hablar así sobre la ultraderecha
Ojo a su reflexión final.
El cineasta Fernando Trueba, que estrena su nueva película Isla perdida, ha hecho una reflexión sobre el ascenso de la ultraderecha en toda Europa durante una entrevista publicada este domingo en el diario El Mundo.
Sobre las elecciones francesas o el resultado electoral que se dio en Reino Unido, Trueba ha asegurado que le ha permitido "respirar un poco". "Pensemos que hace apenas un mes, pensábamos que estaba todo perdido. 'Con lo que ha costado Europa y nos la vamos a cargar de esta manera', era y es un pensamiento recurrente", ha añadido.
Preguntado por si lo dice también por el hecho de que el ultraderechista húngaro, Viktor Orban, sea ahora el presidente del Consejo de la UE, el cineasta ha afirmado que sí porque "da la impresión de que Europa no se protege de hombres así".
Entonces es cuando ha hecho una reflexión: "Sinceramente, creo que la democracia no debería permitir en su seno los movimientos antidemocráticos. Es un derecho de cada uno poder estar en contra de la democracia. Por eso existe la democracia. Pero la democracia no puede permitir que Hitler gane las elecciones. La derecha, la izquierda y el centro se tienen que poner de acuerdo para que eso no pase, para que eso no vuelva a pasar. Es decir, la democracia no puede ser idiota".
Trueba ha sentenciado que "no es lo mismo ser democrático que ser imbécil" y ha insistido en que "hay que proteger el poder vivir en común todos con ideas diferentes, pero no puede ser que una idea diferente se cargue el que vivamos todos en paz".
Además, ha querido hacer una distinción entre "la libertad de expresión de las opiniones y la libertad de expresión de las mentiras". Para justificar su opinión, ha señalado que "puedes opinar, y estás en tu derecho, que esta película es mala o que la otra es buena; que este político es bueno y que aquel, malo".
"Otra cosa es que tú digas: 'No, Hitchcock mató a su madre para robarle el dinero y hacer esta película'. Eso es lo que ocurre todos los días en la política actual. La mentira debería ser un delito", ha rematado.