Explican así a los extranjeros por qué Madrid es la capital de España y se comparte miles de veces
Pese a que este caso es una anomalía en Europa.
Tomás Pueyo, ingeniero español que trabaja en Silicon Valley, ha publicado unos de los mensajes más compartidos de las últimas horas al explicar a los extranjeros las razones por las que Madrid es la capital de España a pesar de que este caso supone una anomalía en Europa.
El usuario subraya que Madrid es "bastante singular" porque no tiene un gran río, es una ciudad relativamente reciente y era pequeña cuando se convirtió en capital. Señala que las grandes capitales europeas están atravesadas con grandes ríos porque permitía tener agua para beber, para regar, para alimentar y eran fundamentales para el comercio.
"Si Madrid hubiera sido bendecida con un río enorme, habría sido una ciudad enorme en la antigüedad. Pero no. De hecho, es una ciudad muy reciente. Compárese su fundación con la de otras capitales de países ocupados por los romanos. La mayoría tiene más de 2.000 años. ¿Madrid? Apenas 1.000 años de edad", subraya Pueyo.
De hecho, insiste en que "cuando fue elegida capital, no era la primera, ni la segunda, ni siquiera la tercera ciudad más grande de España". "¡Era la décima! Tenía poco más de 10.000 personas. ¡Un pueblo pequeño!"
"En aquel entonces, la mayoría de las capitales eran las ciudades más grandes, más poderosas y mejor ubicadas. ¿Por qué no en España?", se pregunta. Es entonces cuando entra en juego la figura de Felipe II y Pueyo recuerda que "hasta la década de 1560, España tuvo una corte itinerante".
Señala que ese rey quería cambiar eso y se encontró con la pregunta de dónde instalar definitivamente la Corte. Y ahí tenía algunos hándicaps. "Uno era su imperio: necesitaba una capital que estuviera lo suficientemente cerca de todo", explica Pueyo. Además, España tiene grandes cadenas montañosas y muchos ríos separados entre sí por estas cadenas montañosas.
"Esto significa que son más pequeños que sus equivalentes del norte de Europa", dice Pueyo, que advierte de que, además, los ríos en general no son navegables, por lo que no podrían usarse para el comercio.
Y más: "España estaba (y está) formada por islas de población costera separadas por montañas". El rey necesitaba un lugar que estuviese bien conectada con todas partes, por lo que Pueyo pregunta por qué no eligió Toledo, "una de las ciudades más grandes y poderosas de la época".
Y da varias razones: "Las calles son pequeñas, lo que no es ideal para viajar con su corte y su guardia personal. No se puede hacer crecer la ciudad mucho más. No se puede determinar su urbanismo".
Además, Madrid tenía otra ventaja: tenía un vacío de poder, ya que "Toledo y Valladolid tenían líderes nobles y religiosos que podían desafiar al rey". Y Madrid tenía otros puntos fuertes: "Construido sobre una posición defendible, agua potable de la cordillera, aire de montaña, que aquel entonces pensaban que eran la cura contra las epidemias recurrentes, y bosques para la caza".
"Una vez capital, hubo que recablear toda la red de comunicaciones para hacer que Madrid fuera más central. Después de todo, ese era el objetivo de la capital: permitir un fácil acceso a todo el territorio", señala Pueyo.