Estos diagnósticos erróneos la hacen estar dos veces al borde de la muerte
Síntomas comunes que pueden desviar la atención de enfermedades realmente graves.
La tuitera Jenny (@Jenny_ynadamas) ha contado a través de su cuenta en la red social X como, por culpa de unos diagnósticos médicos erróneos, ha estado hasta en dos ocasiones al borde de la muerte.
La primera mala experiencia la vivió con tan sólo 12 años cuando, al volver de la piscina, se empezó a encontrar muy mal, "hecha un guiñapo", con vómitos, muy cansada y con algo de fiebre.
Ante este malestar repentino, sus familiares decidieron llevarla a urgencias, donde los médicos le dijeron que estos síntomas eran simplemente consecuencia de haber tragado agua de la piscina.
Sin embargo, al día siguiente la fiebre de la tuitera era todavía más alta, tanto que empezó incluso a tener delirios, además de muchos vómitos, incluso sin llegar a probar bocado. En consecuencia, los padres de Jenny volvieron a llevarla a urgencias, siendo esta vez diagnosticada con gastroenteritis.
La mañana posterior, su madre era incapaz de despertarla y ella tenía la fiebre todavía más alta, tanto que el termómetro "casi revienta", motivo que la llevó a volver a acudir a urgencias.
Tras contar lo sucedido, los médicos optaron por volver a enviar a casa a Jenny, quitándole importancia a sus síntomas, aunque esto no ocurrió, ya que su madre decidió negarse y decir que su hija de allí no se iba hasta que averiguasen lo que le estaba pasando.
Según cuenta la tuitera, la preocupación de su madre era tal que pensaba realmente que su hija se iba a morir.
Tras mucha insistencia, el médico decidió llevarse a la tuitera a quirófano, aunque mencionó que no estaba claro que le pasase algo, que era sólo una sospecha. Y menos mal de esta decisión, porque finalmente el resultado fue que tenía el apéndice perforado y un principio de peritonitis.
"2 horas más y yo no estaría aquí", ha exclamado la tuitera, quién, además, ha proseguido añadiendo que este no es el único caso de mal diagnóstico que ha vivido, ya que ha tenido que pasar por un segundo caso similar.
En esta segunda ocasión, la creadora de contenido acudió a urgencias por un dolor vulvar muy fuerte, y fue diagnosticada erróneamente con candidiasis, por lo que como tratamiento le recetaron óvulos.
Al no ser este el diagnóstico correcto, este tratamiento no surtió efecto y la enfermedad empeoró, llegando incluso a recetarle cuatro tipo de óvulos diferentes para ver si alguno de ellos funcionaba.
Finamente, la tuitera optó por acudir a una consulta privada para contar con una segunda opinión y fue este el especialista que dió con el motivo correcto del malestar de Jenny: padecía un abceso que se había dejado tanto tiempo que había provocado que la infección empezase a trasladarse hacia la sangre.
Por suerte, en esta consulta consiguieron tratar a tiempo a la creadora de contenido, a la que tuvieron que recetar un antibiótico muy fuerte en vena, lo suficientemente potente para poder drenarla porque se "tiraba al suelo gritando de dolor".