El caso Rubiales llega a 'The New Yorker' y el artículo que le dedican es para leerlo una y otra vez
Lo sucedido con el expresidente de la RFEF sigue traspasando fronteras.
La prestigiosa revista semanal estadounidense The New Yorker ha sido uno de los últimos medios internacionales en pronunciarse sobre el caso Rubiales y dedicar el artículo completo al polémico beso sin consentimiento del expresidente de la RFEF a la futbolista Jenni Hermoso.
Escrito por la periodista Louisa Thomas, el influente medio norteamericano ha sido de los más duros con el exdirigente del fútbol español, recordando que antes de que "agarrara la cabeza de una de las estrellas del Mundial femenino y besara sus labios", antes de que "levantara a otra jugadora, Athenea del Castillo, sobre su hombro", antes de que declarara que "no había hecho nada ofensivo", "se agarró la entrepierna" en pleno palco.
"El gesto, admitió más tarde, fue bastante embarazoso: después de todo, la reina de España estaba a unos metros de distancia, junto con su hija de dieciséis años. ¡Pero él podía explicarlo!", recogen en el citado medio.
The New Yorker se hace eco de la justificación que Rubiales dio, asegurando que "miró a Jorge Vilda, entrenador del equipo, y se dirigió a él directamente". "'En ese momento te hice esta señal: Ole,Tus huevos'. Por el gesto lascivo, pidió disculpas, no a las futbolistas sino a la Casa Real", exponen.
"Ahí estaba, directamente de la propia boca del hombre, la verdad detrás de todo: detrás del beso no deseado, detrás de las payasadas, detrás de los meses de conflicto con las futbolistas de la selección nacional, sin resolver incluso cuando el país alzaba el trofeo de la Copa del Mundo", explican desde la prestigiosa revista estadounidense.
El citado medio también reconoce que la verdad "se esconde detrás de años de abandono, desprecio y falta de respeto por el fútbol femenino". "La victoria femenina le perteneció a él y a Vilda, dijo Rubiales. Pertenecía a sus pelotas", señalan.
Al recopilar todo lo que ha ido pasando en las últimas semanas, no han dudado en cargar con el "comportamiento de Rubiales". "No era nuevo. Nada de eso fue sorprendente. Lo sabíamos porque nos lo habían dicho antes. Las deportistas de la selección nacional ya habían expresado su preocupación por el estilo condescendiente y autoritario de Vilda", añaden.
The New Yorker justifica que "las actitudes están cambiando". "Rubiales ya no está y, probablemente, Vilda tampoco. Pero el peligro es que se conviertan en meros chivos expiatorios", advierten.
"(Irene) Paredes tiene razón; el cambio está en camino. Pero no llegará hasta que el respeto y los derechos sean vistos como algo más que las recompensas del vencedor", sentencian desde la prestigiosa revista semanal.