Cómo la gente inteligente lidia con personas tóxicas
Las personas tóxicas desafían toda lógica. Muchas de ellas permanecen felizmente inconscientes del efecto negativo que causan sobre aquellos que hay a su alrededor. Otros parecen obtener su satisfacción personal creando caos y sacando de sus casillas a los demás. Sean del tipo que sean, son capaces de complicar las cosas más de lo necesario y provocar el mayor estrés imaginable.
Un sinfín de estudios demuestra que el estrés puede tener un efecto negativo y duradero en el cerebro. Incluso unos pocos días sufriendo estrés pueden ser suficientes para reducir el rendimiento de las neuronas del hipocampo, una zona del cerebro relacionada con la memoria y el razonamiento. Cuando el tiempo aumenta a varias semanas, pueden surgir daños reversibles en las dendritas de las neuronas (las prolongaciones de las que disponen las neuronas para comunicarse entre ellas), y si ese tiempo se prolonga durante meses, los daños pueden ser irreversibles: destrucción de neuronas. El estrés es un enemigo formidable en nuestro camino al éxito. Si el estrés se descontrola, el cerebro y el rendimiento se ven mermados.
La mayor parte de las fuentes de estrés en el trabajo son fáciles de identificar. Si tu empresa sin ánimo de lucro está intentando obtener una subvención que necesita sí o sí para seguir en marcha, eres susceptible de sufrir estrés, pero probablemente sabrás cómo manejarlo mejor. Las fuentes inesperadas de estrés son las más dañinas.
Un reciente estudio de la Universidad de Jena (Alemania) descubrió que la exposición a estímulos que provocan emociones negativas (las emociones que provocan las personas tóxicas) hace que en el cerebro se desencadene una reacción masiva al estrés. Ya sea con su negatividad, crueldad, victimismo o simple locura, las personas tóxicas llevan a tu cerebro a un estado de estrés y tensión que habría que evitar a toda costa.
La capacidad de controlar las emociones y mantener la calma bajo presión está directamente relacionada con el rendimiento. En una reciente encuesta de TalentSmart realizada a más de un millón de personas, descubrimos que el 90% de los trabajadores con más éxito son expertos en controlar sus emociones en épocas de estrés para mantenerse tranquilos y con la situación bajo control. Una de sus mayores virtudes es su capacidad para neutralizar a las personas tóxicas. Han perfeccionado sus estrategias para mantener a raya a estas personas.
Aunque me he encontrado con numerosas estrategias que utiliza la gente con éxito profesional para enfrentarse a las personas tóxicas, solo expondré las 12 mejores. Es necesario un enfoque que te permita, de forma general, controlar lo que sea posible y quitarte de en medio lo que no. Lo más importante es que te des cuenta de que puedes tener bajo control muchas más cosas de las que crees.
1. Establecer límites (especialmente con las personas quejicas): Las personas quejicas y negativas son malas influencias porque se centran solo en los problemas y no saben buscar soluciones. Quieren que los demás se unan a su grupo de gente lastimera para sentirse mejor ellos mismos. Muchas veces las personas se sienten presionadas a escuchar a las personas quejicas porque no quieren ser insensibles ni maleducadas, pero hay una fina línea que separa tener empatía y ser absorbido por su espiral de negatividad.
Para evitar esto, simplemente pon límites y distánciate cuando sea necesario. Piénsalo así: si en vez de un quejica fuera un fumador, ¿te pasarías toda la tarde respirando humo de segunda mano? No, te distanciarías; deberías hacer lo mismo con las personas que se quejan demasiado. Una forma de establecer límites es preguntarles a esas personas cómo piensan arreglar el problema. Entonces, se callarán o redirigirán la conversación hacia un tema productivo.
2. No sufrir derrotas definitivas: Las personas exitosas saben lo importante que es vivir para luchar otro día, sobre todo si el adversario es una persona tóxica. Dejarte llevar por las emociones en todas las discusiones puede hacerte perder los papeles y ser una derrota definitiva para ti. En cambio, cuando interpretas bien tus sentimientos, eres capaz de escoger de forma sensata cuándo te interesa discutir y defenderte.
3. Estar por encima de la situación: Las personas tóxicas vuelven loca a la gente porque tienen un comportamiento sumamente irracional. Que no te engañen: su comportamiento no tiene ninguna lógica. Entonces, ¿por qué permites que te saquen de tus casillas y te absorban en su toxicidad?
Cuanto más irracionales sean las personas y cuanto más equivocadas estén, más fácil te debería ser zafarte de sus garras. Deja de intentar ganarles con su propia medicina. Distánciate emocionalmente y actúa como si fueran un experimento científico (o como si fueras su psiquiatra, si prefieres esta metáfora). No tienes por qué dar respuesta a su caos emocional, solo tienes que atenerte a los hechos.
4. Ser consciente de tus emociones: Mantener la distancia emocional requiere ser consciente de tus emociones, una habilidad que puedes mejorar entrenando tu inteligencia emocional. No podrás detener a quien te esté sacando de tus casillas si no eres capaz de reconocer cuándo está sucediendo. A veces, te verás en situaciones en las que necesitarás poner la mente en orden y elegir la mejor vía posible. Está bien que lo hagas, no tengas miedo a tomarte el tiempo que necesites para ello.
Piénsalo de este modo: si una persona mentalmente inestable se te acerca por la calle diciéndote que es J. F. Kennedy, es poco probable que intentes hacerle entrar en razón. Cuando te encuentres con un compañero de trabajo con una forma de pensar descarrilada, a veces es mejor sonreír y asentir. Si quieres hacerle entrar en razón, primero tómate tu tiempo para pensar cuál es la mejor forma de hacerlo.
5. Saber decir "basta": Esta es la estrategia que más le suele faltar a la gente. Sienten que, como viven o trabajan con alguien, no pueden controlar su caos. Nada más lejos de la realidad. Cuando seas capaz de hacerte valer ante otra persona y controlar la situación, notarás que es más fácil entender y predecir el comportamiento de una persona tóxica. Así te será más fácil darte cuenta de cuándo y dónde debes aguantar a alguien y cuándo no. Por ejemplo, aunque estés inmerso en un trabajo en equipo, no significa que debas tener una relación tan próxima con esa persona como con el resto de los miembros del equipo.
Puedes establecer límites, pero tendrás que hacerlo de forma consciente y proactiva. Si esperas que las cosas sucedan por sí solas, te verás siempre atrapado en conversaciones que no quieres tener. Pero si dices "basta" y decides cuándo y dónde vas a relacionarte con una persona difícil de manejar, tendrás bajo control gran parte del caos. El único truco es mantenerte firme en tu decisión de mantener los límites cuando esa persona intente traspasarlos, cosa que sucederá en algún momento.
6. No permitir que tu felicidad dependa de nadie: Cuando tu satisfacción depende de otras personas, no eres el dueño de tu felicidad. Cuando la gente emocionalmente inteligente se siente bien por un logro, no permite que la opinión ni los comentarios de otras personas le afecten.
Aunque es imposible "apagar" tus emociones ante lo que los demás piensan de ti, no tienes por qué compararte con nadie. Recela siempre de lo que te digan. Así, dará igual lo que opinen o hagan las personas tóxicas. Tu valía personal depende de ti y de nadie más. Da igual lo que piensen de ti: nunca serás tan maravilloso ni tan catastrófico como te intentan hacer creer.
7. No centrarte en los problemas, solo en las soluciones: Cuando te concentras, aquello que centra tu atención determina tu estado emocional. Cuando te centras en los problemas, solo estás aumentando el alcance de tu estrés y de tus emociones negativas. Cuando te centras en buscar soluciones que mejoren tu situación, estás creando en tu interior un sentido de eficacia personal que genera emociones positivas y reduce el estrés.
Aplicando esto a las personas tóxicas, cuando te das cuenta de lo mal que están de la cabeza y lo complicadas que son, ganas poder sobre ellas. Deja de pensar en lo complicada que es esa persona y trata de buscar un modo de lidiar con ella. Al ponerte a los mandos de tu situación, pasas a ser una persona más eficaz y reduces el estrés que te provoca tratar con este tipo de gente.
8. Perdonar, pero no olvidar: Las personas con alta inteligencia emocional perdonan rápido, pero no por ello olvidan lo sucedido. Para perdonar hay que superar lo que ha ocurrido. Pero no quiere decir que le vayas a dar otra oportunidad a la persona que ha actuado mal. La gente con éxito no se hunde por las equivocaciones de los demás, de modo que las deja pasar rápidamente y se asegura de estar prevenida para evitar futuros problemas.
9. No tratarte mal a ti mismo: Es fácil contagiarse de la negatividad de otras personas. No tiene nada de malo sentirse mal por cómo te está tratando alguien, pero tu diálogo interno y los pensamientos que te dedicas no deben ir en tu contra, ya que tienen el poder de o bien intensificar la negatividad que sientes o bien ayudarte a superarlo. Los diálogos internos negativos son poco realistas, innecesarios y contraproducentes. Te hacen caer en una espiral emocional negativa de la que es difícil salir. Así que evita a toda costa tratarte mal.
10. Limitar tu ingesta de cafeína: Beber cafeína activa la producción de adrenalina, la fuente biológica de la reacción de lucha o huida, un mecanismo de defensa que te obliga a hacer frente al peligro o evitarlo. El mecanismo de lucha o huida regatea la capacidad de raciocinio en busca de una reacción inmediata. Esto está muy bien cuando un oso te está persiguiendo, pero no es lo más recomendable cuando te topas por el pasillo con un compañero de trabajo enfadado.
11. Dormir lo suficiente: Llevo años incidiendo hasta la saciedad en este consejo y sigo sin ser capaz de expresar la importancia que tiene dormir bien en tu inteligencia emocional y en tu capacidad de gestionar el estrés. Al dormir, el cerebro se recarga, literalmente; va barajando los recuerdos del día y almacenándolos o eliminándolos (es el motivo por el que sueñas), para que, cuando despiertes, estés alerta y con la mente clara. Tu capacidad de autocontrol, tu atención y tu memoria se reducen cuando no has dormido lo suficiente (o adecuadamente).
La falta de sueño incrementa los niveles de la hormona del estrés aunque no haya ningún factor estresante en tu entorno. Dormir bien por la noche te hace afrontar el día de forma más positiva, creativa y proactiva a la hora de tratar con personas tóxicas, proporcionándote la perspectiva que necesitas para abordar la situación.
12. Recurrir a apoyos: Es tentador, aunque del todo inútil, intentar afrontar todos los problemas por tu cuenta. Para lidiar con personas tóxicas, debes ser capaz de identificar tus puntos débiles. Eso implica recurrir a tus apoyos para obtener una mejor perspectiva sobre una persona demasiado complicada. Todo el mundo tiene a alguien en el trabajo o fuera de él que está de su parte y dispuesto a ayudar. Identifica a tus apoyos y recurre a ellos para descubrir nuevas ideas y formas de ver las cosas. Algo tan simple como explicar la situación puede hacerte llegar a una nueva perspectiva. La mayoría de las veces, otras personas ven mejor la solución porque no están tan implicadas emocionalmente como tú en la situación.
En resumen:
Antes de que estas brillantes estrategias te empiecen a funcionar bien, tendrás que superar ciertas pruebas. En muchas ocasiones, te sentirás a prueba en interacciones peliagudas con personas problemáticas. Afortunadamente, la plasticidad del cerebro le permite adaptarse y amoldarse conforme pones en práctica nuevos comportamientos, incluso cuando no tengas éxito. Al implementar estas técnicas sanas y reductoras del estrés para lidiar con personas tóxicas, lograrás que tu cerebro sepa manejar las situaciones estresantes con mayor eficacia y reducir las probabilidades de sufrir sus efectos negativos.
Estoy siempre abierto a escuchar nuevas estrategias para lidiar con personas tóxicas, de modo que sentíos libres de contarme vuestra experiencia en la sección de comentarios.
Si quieres más consejos, echa un vistazo al libro de Travis Bradberry, Inteligencia emocional 2.0: Estrategias para conocer y aumentar su coeficiente.
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.