Dejé de tomar alcohol y café durante 15 meses y esto es lo que pasó

Dejé de tomar alcohol y café durante 15 meses y esto es lo que pasó

Hoy hace exactamente 15 meses que no pruebo una gota de alcohol o de café. Unos cuantos amigos me han pedido por Facebook y Twitter que escriba mi experiencia, así que aquí está resumida. Empezaré hablando de cuánto dinero ahorro al mes...

coffee spalsh on whiteBiwa Studio via Getty Images

Hoy hace exactamente 15 meses que no pruebo una gota de alcohol o de café.

Unos cuantos amigos me han pedido por Facebook y Twitter que escriba mi experiencia, así que aquí está resumida.

Ahorro 1000 dólares al mes

Después de superar los dos primeros meses, me percaté de que tenía 1000 dólares más en mi cuenta (unos 920 euros). Sí, es mucho dinero, pero haciendo cálculos verás que, en el fondo, tampoco es tanto.

Vivo en Nueva York. Para gastar 1000 dólares en alcohol solamente tengo que desembolsar 33 dólares al día (unos 30 euros). También se puede tener en cuenta que me bebo dos o tres cócteles de vez en cuando (que valen aproximadamente 10 dólares cada uno, unos 9 euros) y que compro botellas de vino cada mes para guardarlas en casa.

Hay quien pueda pensar que es alcoholismo puro y duro, pero tomar una o dos bebidas al día en Nueva York es perfectamente normal.

Además, salir a beber también implica acabar cenando o comiendo algo. No sólo se bebe, se tiene hambre y se compra algo de comida. Y, antes de que te des cuenta, te has gastado 1000 dólares.

Cotilleo menos

Una de las primeras cosas que descubrí fue la falta de interacción social que trajo consigo mi nueva dieta:

Dejas de salir. Es agotador tener que explicar constantemente por qué no bebes y por qué sí que pasa algo por beber solamente una copa.

Cuando un grupo me propone salir a beber algo, suelo decir que no porque no me apetece soportar una sesión de cotilleo estando sobrio.

Si salgo a beber algo, aguanto una hora. Es lo máximo que me permite mi capacidad de atención estando sobrio y rodeado de gente borracha.

Aunque nunca he sido muy fiestero, dejar el alcohol me ha hecho salir todavía menos. Ver cómo la cultura de la bebida desaparece poco a poco de tu vida es una sensación genial. Me di cuenta de cuántas amistades se basan en los hábitos de bebida.

La frase "¿nos tomamos algo?" está tan grabada en nuestro día a día... ¿Quién va a decir: "Oye, vamos a quedar, vamos a no beber nada y vamos a hablar"? ¿Para qué ibas a hacer eso? "Vamos a tomarnos algo" no necesita ninguna explicación, es algo instaurado, todo el mundo sabe en qué consiste.

La calidad del sueño ha mejorado

Apartar el alcohol de mi dieta ha supuesto una gran mejora en la calidad del sueño. No me refiero al hecho de quedarme dormido, sino a la propia calidad del sueño.

Sí, cuesta menos quedarse dormido habiendo bebido un par de vasos de vino o de cerveza, pero la calidad del sueño puede verse perjudicada. Duermo mejor y me levanto con más energía. Antes, sufría mucho por las mañanas, aunque sólo hubiera bebido dos cervezas la noche anterior, notaba los efectos a la mañana siguiente (ignora esto si tienes veintipocos años, todavía no te afecta).

Estoy menos estresado

Puede ser algo más personal que no afecte a todo el mundo, pero dejar de beber café me ayudó a estar más relajado. El café siempre me había hecho estresarme. Aumentaba mis posibilidades de sufrir ansiedad y me trastocaba la digestión. Dejar de tomar café (y cafeína) no sólo ha conseguido que esté más relajado, también ha hecho que vaya al baño perfectamente.

Aunque me encanta el olor y el sabor del café. Tomarme un café descafeinado de vez en cuando me sacia. En verano bebo té helado y, en invierno, té normal.

También me he dado cuenta que salir a tomar un café se hace más por ser una actividad social que por tener ganas de tomar café. Se puede mantener la costumbre cambiando el café por otra cosa.

En general, estoy muy satisfecho con mi decisión y no tengo intención ni ganas de empezar a beber otra vez. Tampoco insisto en que la gente haga lo mismo que yo; si estás contento con cómo te van las cosas, no tienes que cambiar nada.

Yo dejé de beber alcohol y café por mera curiosidad y me gusta el resultado.

P. D.: Antes de que alguien me pregunte, no fumo tabaco, ni marihuana, ni ningún tipo de drogas (pero tengo Internet y, para mí, eso ya es suficiente adicción).

Tobias.

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Este post fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Irene de Andrés Armenteros

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