Mario Picazo desvela la fecha de la llegada de La Niña y advierte de sus consecuencias

Mario Picazo desvela la fecha de la llegada de La Niña y advierte de sus consecuencias

Un cambio drástico tras el paso de El Niño.

Mario Picazo, en la sede de eltiempo.esSERGI GONZÁLEZ

La última preocupación de los meteorólogos viene en femenino. No es ninguna borrasca con nombre de mujer, sino directamente un fenómeno, La Niña, que se presenta como muy posible continuación de El Niño.

Recientemente, diversos expertos han ido advirtiendo de las consecuencias de La Niña y su futura llegada. Este miércoles, el conocido meteorólogo Mario Picazo, de eltiempo.es ha aclarado algunos detalles (y motivos de preocupación) sobre este fenómeno.

Como apunta el también colaborador de numerosos medios, El Niño y La Niña son las fases cálida y fría respectivamente de un patrón climático recurrente que se extiende por el Pacífico tropica. Dicho patrón cambia de un lado a otro de manera irregular en un periodo que se puede producir cada dos a siete años. Ambos provocan cambios en la circulación atmosférica global.

De momento, Picazo apunta en eltiempo.es que se enfría la superficie del Pacífico ecuatorial, pero aún más relevante es la evidencia de que se enfría el agua a mayor profundidad bajo la superficie del Pacífico tropical. Una clara señal, prosigue, de que rápidamente se alcanzará un estado neutral y poco después llegará La Niña.

Como detalla Mario Picazo, hay alrededor de un 60% de probabilidades de que las condiciones del Pacífico ecuatorial evolucionen hacia La Niña ya este mismo verano de 2024. Así lo detalla la NOAA (Organización Nacional Atmosférica y Oceánica, por sus siglas en inglés). 

Uno de los efectos de La Niña es que tiende a generar una temporada de huracanes más activa en el Atlántico, algo siempre preocupante.

No obstante también podría conllevar una bajada de la temperatura global del presente año con respecto a 2023, el año más cálido de toda la serie histórica. La cuestión no sólo depende de La Niña, porque pese al efecto de enfriamiento del Pacífico, el resto de factores presentes llevan a los expertos a temer un 2024 muy cálido.