Mario Picazo alerta de los efectos extremos de la 'gasolina oceánica': “Puede ser peor que hace 41 años”
Va a tocar poner a punto el aire acondicionado…
El fenómeno meteorológico de El Niño puede romper todos los récords. Ya lo avisó hace unas semanas el Secretario General de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Petteri Taalas: “Lo más probable es que la instauración de un episodio de El Niño provoque un nuevo repunte del calentamiento global y aumente las probabilidades de batir récords de temperatura”.
Y en la misma línea se acaba de pronunciar Mario Picazo, meteorólogo y antiguo hombre del tiempo de Telecinco. El experto ha señalado que “en 1982 la Tierra vio nacer uno de los fenómenos de El Niño más intensos del registro. Este 2023 veremos otro similar que podría llegar a ser igual o más intenso que el de hace 41 años”.
Las consecuencias de El Niño, además, se pueden ver acentuadas por la ‘gasolina oceánica’, es decir, la alta temperatura a la que se encuentran los océanos. Esa es una de las grandes peculiaridades de este fenómeno meteorológico si se compara con el que tuvo lugar en 1982.
De hecho, Mario Picazo asegura que “la gran diferencia, comparando mapas del 11 de junio de entonces y de hoy, es que hoy todos los océanos están muchísimo más cálidos. Eso tiene un gran impacto en el clima del planeta y las especies que lo habitan incluyendo la humana”.
No hay dos episodios de El Niño iguales
En cualquier caso, ese fenómeno del año 1982 solo es una simple guía, ya que, tal y como resalta el blog de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), “no hay dos episodios de El Niño iguales”.
Respecto a las características de este fenómeno meteorológico, la AEMET aclara que “El Niño es un patrón climático de origen natural asociado al aumento de la temperatura de la superficie del océano en las partes central y oriental del Pacífico tropical. Se produce, de media, en ciclos que van desde los 2 hasta los 7 años, y los episodios suelen durar entre 9 y 12 meses”.
Otras de las consecuencias, durante el verano del hemisferio norte (el momento en el que se espera que El Niño llegue a España), es que las aguas cálidas pueden intensificar los huracanes en las zonas central y oriental del océano Pacífico. Por el contrario, esa misma razón dificulta la formación de huracanes en la cuenca atlántica.