La AEMET da el peor pronóstico para el incendio de Tenerife

Lo que está pasando en Tenerife no se ha visto en los últimos 40 años. El fuego sigue descontrolado en la isla tras una noche en la que han intervenido 226 efectivos en el dispositivo de extinción apoyados por un centenar del dispositivo de seguridad y 40 de logística.

Tal y como ha detallado el Ministerio de Defensa, hay 205 militares de la UME y 46 medios que están ayudando en las tareas de extinción de las llamas, pero, por el momento, las previsiones no son nada positivas.

Según los últimos datos del Gobierno de Canarias, el fuego continúa fuera de control tras haber afectado a una superficie de 3.273 hectáreas en un perímetro de más de 40 kilómetros que abarca los municipios de Arafo, Candelaria, El Rosario, La Orotava, Santa Úrsula, La Victoria, El Sauzal y Tacoronte, con afectación a masa forestal (pinar), en su mayor parte en el monte de La Esperanza y la corona forestal.

En la previsión de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), el organismo ha explicado que, a la difícil situación orográfica en la que se encuentran las llamas, se le sumará un ascenso generalizado de las temperaturas a partir de este sábado.

Un crecimiento en los termómetros, similar al que se producirá en todo el país, pero que complicará de forma importante las condiciones climatológicas para intentar poner coto a las llamas.

Rafael San José, capitán de la UME, ha explicado, en declaraciones a La Hora de la 1, que durante la noche "el avance no ha sido muy llamativo". "Hemos conseguido mantenerlo, pero con la luz del sol y el aumento de temperatura, se reavivará todo el perímetro del incendio, pero para contrarrestarlo tendremos los medios aéreos que marque la dirección de extinción".

Por municipios, en Candelaria están afectadas 1.134 hectáreas, en Arafo 1.089; en El Rosario 505, en La Orotava 270, en Santa Úrsula 160, en La Victoria 60, en El Sauzal 39 y en Tacoronte 12 hectáreas.

Por su parte, el incendio se mueve por viento de componente oeste hacia el área metropolitana, con paveseo y pequeños conatos, lo que ha condicionado la actuación de los intervinientes, que está siendo principalmente defensiva, esperando a que el incendio llegue con menos intensidad y poder atacar.