Alerta de la AEMET por el 'nuevo verano' que nos espera
Julio ha arrancado con un nuevo aumento de las temperaturas, aunque no tan extremo como el de la reciente ola de calor. Además, en los próximos veranos no llegarán mejores noticias.
Julio ha arrancado ya con un nuevo aumento de las temperaturas, aunque no tan extremo como el de la reciente ola de calor. Además, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha asegurado que en los próximos veranos no llegarán mejores noticias.
La percepción entre la población es que los veranos son más largos y calurosos que en el pasado. Pero, ¿es esto es cierto? El meteorólogo de la AEMET en Valencia, Benito Fuentes López, ha dado respuesta a esta duda en un artículo en la propia página web de la agencia.
"Durante décadas se viene registrando un número de récords de días cálidos superior al esperado por simple variabilidad natural y un aumento de las temperaturas máximas, lo cual concuerda con las proyecciones establecidas por los diferentes escenarios de cambio climático", ha plasmado.
Así, ha agregado que "una de las predicciones es la reducción de los inviernos y la extensión de los veranos". A continuación, ha mostrado que un estudio realizado por el climatólogo César Rodríguez analizó las series de temperaturas de diferentes observatorios del país "y encontró que los veranos se están alargando entre 4 y 15 días por década dependiendo de la zona".
Así, entre las conclusiones destaca que El análisis riguroso de datos confirma que los veranos en España se están alargando de manera alarmante, superando en algunos casos más de un mes y medio. Esto no es solo una percepción subjetiva, sino una realidad respaldada por evidencia científica.
Además, asegura que la prolongación del verano "tiene consecuencias devastadoras para el equilibrio ecológico, la salud humana y la economía". "El aumento de las temperaturas extremas y la mayor duración del calor impactan negativamente en los ecosistemas, aumentan los riesgos de incendios forestales y afectan la disponibilidad de recursos hídricos", agrega.
Y apunta que "el alargamiento del verano implica una redefinición de los calendarios agrícolas, ajustes en la gestión del agua, modificaciones en la infraestructura urbana y una mayor conciencia en la prevención de riesgos asociados al calor".
"Nos enfrentamos a un futuro en el que los veranos sofocantes y prolongados se convertirán en la nueva norma. Es responsabilidad de todos, desde los gobiernos hasta los ciudadanos, tomar medidas de adaptación y mitigación", concluye.