La AEMET difunde el mapa de las futuras consecuencias del Niño
La situación no pinta bien…
El Niño parece acercarse. Por ello, la Organización Meteorológica Mundial (OMM, por sus siglas en español), ha publicado una nota de prensa sobre la probabilidad de que el fenómeno meteorológico finalmente se instaure.
El pronóstico de la OMM señala que hay unas posibilidades de cerca del 60% de que El Niño tenga lugar entre mayo y julio, un porcentaje que se incrementa hasta el 70-80% en el horizonte temporal que va desde julio a septiembre.
En cualquier caso, el efecto en las temperaturas mundiales causado por El Niño suele manifestarse al año siguiente de la instauración del fenómeno, por lo que probablemente sus consecuencias serán más notorias en 2024.
Respecto a España, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) señala que es complicado saber con precisión cuáles serán las consecuencias de El Niño en cuanto a temperaturas y a precipitaciones, ya que hay muchos factores que pueden influir en los efectos finales del fenómeno meteorológico.
No obstante, la AEMET explica que “en general, pero no necesariamente, en nuestro país, tiende a haber correlación positiva (más precipitación con 'El Niño') en otoño y negativa (menos precipitación con 'El Niño') en el final del invierno-primavera”.
Sin embargo, la AEMET advierte de que “esas correlaciones se traducen en porcentajes de atribución de un determinado fenómeno a cambios en una variable meteorológica, por lo que hay que tener mucho cuidado, ya que hay ocasiones en que puedo ocurrir lo contrario a lo que dice la correlación”.
Señales tempranas de El Niño
Más allá de esa predicción de la Organización Meteorológica Mundial recogida por la AEMET, la directora adjunta del Servicio de Cambio Climático de Copernicus, Samantha Burgess, indicó la pasada semana que, teniendo en cuenta los datos registrados durante el mes de abril de 2023, es posible que ya se estén empezando a apreciar señales tempranas de El Niño.
“Además de la ola de calor que afectó al sur de Europa, se observaron temperaturas superiores a la media en el Pacífico oriental ecuatorial, lo que constituye una señal temprana de una posible transición al fenómeno de El Niño, que a menudo provoca temperaturas más cálidas a escala mundial”, subrayó la experta.