Un tren español bate el récord de velocidad y obtiene premio
Talgo comienza las pruebas de su tren de alta velocidad en Alemania para Deutsche Bahn.
Talgo, el fabricante de trenes español con fábricas en Rivabellosa (Álava) y Las Rozas (Madrid), se encuentra en su mejor momento. Los ingresos de la compañía en los primeros nueve meses del año han alcanzado los 470,3 millones, lo que supone un incremento del 33,5% respecto al mismo período de 2022.
Unas cifras impulsadas, en buena parte, por el aumento de la actividad industrial y la acumulación de pedidos, especialmente de los Talgo 230, la plataforma de trenes Intercity que desarrolla para países como Alemania o Dinamarca, protagonista del mayor pedido de su historia y que está diseñada tanto para maximizar su eficiencia energética como para mejorar la experiencia del usuario por sus mejoras en accesibilidad.
Si las pruebas de certificación del primero de los trenes de este modelo que Talgo fabricará para Deutsche Bahn, como parte de un contrato marco de 100 unidades (el mayor contrato de su historia), terminan en éxito, entre Berlín y Ámsterdam se pondrán en circulación a finales de 2024 las primeras unidades de una máquina que llama la atención tanto por su velocidad punta como por las soluciones de accesibilidad aplicadas para favorecer la subida y bajada de pasajeros.
Con una velocidad comercial máxima de 230 km/h, el Talgo 230 es el tren más ligero en su categoría y cuenta con una locomotora de alto rendimiento desarrollada y fabricada íntegramente por la compañía española. Además de por su potencia, su capacidad para cruzar fronteras y adaptarse con facilidad a otros sistemas de vía ha llamado la atención también de la operadora danesa DSB.
Con piso bajo a la misma altura que el nivel del andén, y sin escalones interiores, los Talgo 230 son la mejor solución de accesibilidad y no sólo hacen el trayecto más fácil a los viajeros con movilidad reducida, sino que además aceleran las operaciones de carga y descarga de clientes, una característica clave en redes saturadas y en zonas de alta densidad de población como el centro de Europa o el arco mediterráneo.