SpaceX logra lanzar con éxito el supercohete Starship pero explota en la última fase del vuelo
Se trata de la nave más grande de la historia y lo han hecho tras el fracaso de la primera pureba del pasado mes de abril.
SpaceX ha lanzado este sábado desde Texas la segunda prueba del Starship, la nave más grande y más poderosa del mundo en alcanzar el espacio, después de que un primer test terminara en abril pasado con la explosión de la nave debido a que el propulsor y la cápsula no se separaron, lo que sí ocurrió hoy.
El despegue del Starship sobre su enorme propulsor Super Heavy, de 33 motores Raptor, se llevó a cabo en Boca Chica (Texas) alrededor de las 7.03 (13.03 GMT).
Ya es una realidad. Todo el mundo miraba al cielo y, esta vez, no ha habido ningún imprevisto importante durante los primeros instantes. Ante la mirada de fanáticos y curiosos, SpaceX ha cumplido con sus previsiones y ha logrado poner en órbita su segundo vuelo de prueba desde su base espacial.
En esta toma de contacto, la nave no llegará a completar una vuelta alrededor de la Tierra, pero sí se pondrá a prueba su capacidad para poder despegar y ascender hasta la órbita terrestre baja.
Esta vez, los dos módulos sí se han separado correctamente, el propulsor Booster 9 y la nave, la conocida como Ship 25. El retraso de este viernes provocó un aumento de la inquietud, pero, tras las modificaciones hechas, todo ha terminado saliendo redondo.
La nave más grande de la historia
Se trata de la nave más grande de la historia que ha logrado despegar, superando tanto a los Saturno 5 de las misiones Apolo a la Luna del, como a los SLS que la NASA tiene previsto usar en las misiones Artemis.
Con la Luna como objetivo, es el primer ensayo que sale bien. Pero es un importante paso para los científicos de la compañía de Elon Musk para ir acercándose a futuros ensayos hacia el satélite.
La agencia espacial estadounidense se hallaba muy pendiente de los resultados del vuelo de prueba, en vista de que el Starship será el responsable de llevar a los astronautas de la misión tripulada Artemis III a la superficie lunar, un viaje contemplado en principio para el año 2025.
El programa Artemis, con el que la NASA retornará al satélite terrestre al cabo de más de 50 años, cuenta con el cohete lanzador Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS, en inglés) y la cápsula Orión, que ya fueron probados en la misión no tripulada Artemis I, la cual entre noviembre y diciembre de 2022 orbitó la Luna y luego regresó a la Tierra.
Finalmente y tras lograr los tres objetivos planteados en un inicio, la nave se autodestruyó, según confirmó SpaceX, poco antes de alcanzar la altitud máxima prevista hoy, 250 kilómetros sobre la superficie de la Tierra, y el propulsor también había explotado muy poco después de la separación. Fue el primer indicio de que no todo iba a la perfección, tras la euforia que cundió en el control de la misión tras el aparentemente impecable despegue.