Google conecta su inteligencia artificial con los semáforos de 12 ciudades
Una tecnología que quiere reducir la contaminación del aire en las ciudades y reducir la emisión de gases invernadero, culpables de la destrucción de la capa de ozono.
La aplicación de la tecnología y el desarrollo de nuevas herramientas están cambiando la forma en la que nos movemos por las ciudades. Una transformación que mejora la calidad de vida de los ciudadanos, reduce la dependencia del vehículo privado y ayuda a rebajar los niveles de contaminación del aire que, en algunos casos, tiene un alto coste para las arcas municipales en cuestión de ingresos hospitalarios de urgencia.
Google compró Waze hace una década. Una aplicación de navegación asistida por GPS con la que quiso reforzar uno de sus servicios más populares: Google Maps. Ahora, en 2023 y en plena explosión de la inteligencia artificial, el gigante tecnológico de Cupertino ha presentado un proyecto en el que combina todas estas tecnologías y con la que pretenden mejorar la circulación y reducir la emisión de gases invernadero que se producen cuando el tráfico está parado.
Green Light es el nombre del proyecto de Google y, según El Economista, combina el uso de la inteligencia artificial con los datos del tráfico obtenidos en Google Maps. La herramienta es capaz de establecer patrones en la circulación de las ciudades y ofrece recomendaciones para mejorar la sincronización de los semáforos, reduciendo el tiempo de espera de los conductores al crear oleadas de semáforos en verde, lo que mejora significativamente la eficiencia del tráfico.
De momento, Green Light se ha probado en 12 ciudades alrededor del mundo: Abu Dabi, Bali, Bangalore, Budapest, Haifa, Hamburgo, Hyderabad, Yakarta, Calcuta, Manchester, Río de Janeiro y Seattle. Solo en estas urbes, Google ha hecho que 30 millones de coches gasten menos gasolina y, de paso, ensucien menos el aire cada mes.
Anat Gilad, responsable del control de tráfico de la ciudad de Haifa, Israel, asegura que la herramienta de Google "recoge, analiza y presenta la información que, manualmente, se tardaría mucho tiempo y esfuerzo en procesar. Los cambios de Green Light pueden traducirse en beneficios inmediatos y ayuda a los ingenieros a tomar mejores decisiones".
La promesa de reducir los tiempos de espera en los semáforos y crear ciudades más limpias y ecológicas está sobre la mesa. La pregunta que surge ahora es si este avance puede convertirse en un estándar en todo el mundo para conseguir una experiencia de viaje más eficiente y amigable con el medio ambiente. El tiempo lo dirá, pero Google ya ha abierto un formulario de inscripción en su web para las ciudades interesadas.