El polémico plan de Netflix termina en obra maestra
La rebaja en el paquete de la plataforma a cambio de poner publicidad supone un repunte en sus beneficios
Netflix hace un año apostó muy fuerte al implantar su plan con publicidad. Cuando la compañía lanzó esta nueva iniciativa, acompañada con el fin de las cuentas compartidas, no pararon de lloverle las críticas.
La mirada popular vaticinaba que perdería sus suscriptores; sin embargo, y contra todo pronóstico, la plataforma streaming ha llegado a casi cuadriplicar el número de suscriptores en solo un año. El último informe de las cuentas publicadas por la compañía, de este tercer trimestre, se han registrado más de ocho millones de suscriptores, según el Economista.
El precio del plan con publicidad es de 5,49 euros; 2,5 euros más barato que el modelo estándar, lo que hace que este plan se vuelva más atractivo y sea una gran alternativa para muchos usuarios.
Este movimiento ha logrado incrementar sus ingresos un 6,6%, hasta los 9.820 millones de euros entre el tercer trimestre de 2022 y el mismo periodo de este año. Además, prevé elevar su facturación casi un 2% y situarla en 9.993 millones de cara a finales de 2023, lo que supondría casi un 10% más que en el último trimestre de 2022.
El resultado de la plataforma también se ha elevado, pasando de 1.628 millones entre agosto y septiembre de 2022 hasta los 1.928 millones a cierre del tercer trimestre.
La compañía, pese a los buenos datos, ha estimado que el beneficio caerá un 43% en el cuarto trimestre del año. Ante esta situación, la plataforma de streaming ha explicado que "los últimos seis meses han sido desafiantes para nuestra industria, dadas las huelgas combinadas de escritores y actores en EEUU".
La semana pasada la compañía anunció una nueva "actualización" de este plan y, a partir de ahora, todos los usuarios que tengan el plan con anuncios podrán descargarse los contenidos. "Netflix será el único servicio de streaming con publicidad que ofrezca descargas", han afirmado desde la plataforma.
Netflix, pese a que tiene un 45,7% más usuarios que antes de la pandemia, según los datos de Estatista, parece que el crecimiento del streaming ha tocado techo y que más suscriptores no va ligado a un mayor consumo.
La confusa situación se debe a la saturación en la oferta. El mercado ofrece muchos proveedores de ocio, pero el presupuesto de los consumidores se ha visto reducido por la inflación. De hecho, el 37% de los encuestados ha recocido que cancelaría una suscripción antes de contratar un nuevo servicio.