El mayor cambio se acerca: así serán los aviones en 2030

Una nueva revolución se abre camino en el mundo y si todo va según lo planeado, para el año 2030 podría ser una realidad. Hablamos del sector de la aeronáutica, y concretamente de la compañía JetZero, que está desarrollando un nuevo modelo de avión con el que pretende marcar un antes y un después en la industria.

Hay que recordar que desde los años 50 del pasado siglo no se han realizado apenas cambios sustanciales en su forma y función, algo a lo que JetZero quiere poner fin, y con ello llevar a cabo la mayor revolución en la industria de los aviones comerciales desde la aparición del Boeing 707.

El objetivo se centra en que este nuevo modelo de avión esté disponible para el año 2030. Se caracterizará por una nueva arquitectura, basada en un "cuerpo de ala combinada" a escala 1:8. Así pues, ya han logrado un certificado de aeronavegabilidad de parte de la FAA y en breve se espera que comiencen los vuelos de prueba.

El diseño actual de avión con forma de "tubo y ala" que lleva vigente desde mitad del siglo XX continúa siendo el único modelo de avión comercial autorizado gracias a sus enormes garantías de seguridad, testadas y comprobadas durante décadas.

La innovación y sostenibilidad como prioridades

Pero la intención de JetZero va más allá, y sus novedades no solo se centran en un modelo arquitectónico diferente, sino que también se centrará en uno de los principales problemas de nuestro tiempo: la sostenibilidad. Y es que si hay un problema real y urgente que hay que atajar de inmediato en la industria de la aeronautica es la enorme contaminación que genera, teniendo un impacto muy negativo en nuestro planeta.

Para frenar este grave hándicap, desde JetZero pretenden desarrollar un "ala combinada" que permita allanar el camino hacia un nuevo modelo de avión comercial que reduzca seriamente las emisiones de carbono emitidas.

Este diseño puede parecer muy similar al del "ala volante" empleado en el desarrollo de los aviones militares, como el conocido bombardero B-2, aunque con la diferencia de que su sección central es más grande, lo que permite fabricar un avión más ligero.

Con todos estos ingredientes, la compañía norteamericana en manos de Tom O'Leary, cofundador y director ejecutivo de JetZero asegura que podrán reducir hasta un 50% el consumo de combustible y con ello las emisiones de su innovador avión.

Una idea que fracasó en el pasado

Pese a lo innovador que puede sonar esta idea, no es la primera vez que se plantea. En la década de 1920 este diseño, basado en el ala combinada, se intentó llevar a cabo en Alemania, así como en el año 1947 justo tras la II Guerra Mundial, cuando también se trató de materializar esta idea, que posteriormente serviría de inspiración para el desarrollo del B-2 construido en la década de 1990.

La diferencia entre las ocasiones anteriores y esta radica en que ahora sí parece que el proyecto podrá llegar a buen puerto, gracias a las innovaciones y los avances en el conocimiento de la materia.

Entre los aspectos positivos del avión, además de los ya mencionados, se encuentra la mayor sustentación que el diseño híbrido del "ala volante" y "tubo de ala" permitirá, así como una menor resistencia, que hará más sostenible y libiana a la máquina.

Respecto a las dimensiones del nuevo avión en desarrollo, la NASA informó de que la presencia del 'ala combinada' afectará al tamaño y envergadura de la aeronave, que será mayor que los actuales Boenig 747. Además, pesará menos, será más barato y generará menos ruido y emisiones.

En palabras de O'Leary, por dentro se tratará de "un avión típico de pasillo único" con tres por tres asientos, "pero este es una especie de tubo más corto y ancho". Pese a ello se podrá embarcar al mismo número de personas, aunque haya 15 o 0 filas en la cabina, dependiendo de la configuración de cada aerolínea.

Objetivo: 2030

Como ya hemos mencionado, el objetivo inicial es que este nuevo modelo pueda estar surcando los cielos para el año 2030, aunque todavía es pronto para cantar victoria, ya que se requieren de numerosos certificados y permisos que por el momento no han sido concedidos a JetZero.

Otro de los grandes retos de la compañía es el de complementar el motor para que pueda tener una propulsión libre de emisiones, al utilizar hidrógeno, aunque se espera que para 2030 se utilice un avión de ala mixta que tome prestados motores de los aviones actuales, como el Boeing 737.