El ascensor con capacidad para 30 personas que viajará a 200 km/h desde la Tierra al espacio
Su construcción podría iniciarse en 2050.
La idea que surgió en la mente de un físico de la Unión Soviética en el siglo XVIII está cada vez más cerca de convertirse en realidad, gracias a un grupo de ingenieros de Estados Unidos, China y Japón, que trabajan en la construcción de un ascensor con capacidad para unas 30 perosnas que conectará la Tierra con el espacio a una velocidad de 200 km/h en un viaje vertical de más de 10.000 kilómetros hasta la exosfera, la capa más externa de nuestra atmósfera.
El concepto del ascensor espacial, cuenta el diario peruano La República, fue propuesto inicialmente en 1895 por el científico ruso Konstantín Eduárdovich Tsiolkovsky. Ya en el siglo XX, su compatriota Yuri Artsutanov recuperaba la idea, modernizando los bocetos del proyecto con los avances tecnológicos de la época.
A partir de ese diseño, científicos de todo el mundo y varias empresas tecnológicas han creado sus propios modelos de ascensores espaciales, pero todos coinciden en que se sostendrá en el aire gracias a un cable ultrarresistente conectado a un satélite posicionado en la órbita geosíncrona, a unos 36.000 km por encima de la superficie terrestre, según la NASA.
En los diseños propuestos por la japonesa Obayashi Corporation, que se aventura a fechar el inicio de su construcción en 2050, se observa una cabina que tiene una capacidad de hasta 30 personas. Para superar la distancia, el ascensor tendrá que viajar a una velocidad de 200 km/h, que se obtendría gracias al impulso de un motor eléctrico. Si este proyecto se concreta, un viaje hasta el espacio tomaría aproximadamente unos 8 días. Aunque este tiempo es más que el que necesita un cohete, los pasajeros a bordo no estarían expuestos a una alta aceleración ni a los riesgos asociados con vehículos cargados de combustible.
La construcción, cuyo coste se estima en unos 9.000 millones de dólares, incluiría un cable de nanotubos de carbono de 96.000 km, un puerto terrestre flotante de 400 metros de diámetro y un contrapeso de 12.500 toneladas.
Otros proyectos, sin embargo, apuestan por el aprovechamiento de la luz solar como fuente de energía. Otros, como lo sugieren los científicos Zephyr Penoyre y Emily Sandford, plantean utilizar la superficie lunar como punto de anclaje del ascensor. Sea como fuere, la mayoría de los ingenieros coinciden en que la construcción deberá realizarse de manera ascendente, siguiendo la rotación terrestre de oeste a este.