Dos tornillos impiden abrir la cápsula con muestras vitales del espacio
La sonda 'OSIRIS-REx' trajo componentes básicos para la vida en la tierra, pero hasta el momento los técnicos de la NASA no han sido capaces de abrirla.
La sonda 'OSIRIS-REx', enviada al espacio por la NASA el 8 de septiembre de 2016 desde Cabo Cañaveral, ha hecho un viaje galáctico de 6.200 millones de kilómetros de ida y vuelta entre el asteroide Bennu y la Tierra, a donde regresó este 24 de septiembre.
La NASA ha considerado esta misión un éxito, pero lamentablemente un mes después no ha conseguido abrir las muestras que alberga en su interior. Esto se debe a que el sistema de adquisición de muestras de la sonda, TAGSAM, no se puede abrir por 2 de los 35 tornillos de fijación que lo sellan y que se resisten a ser retirados, según La Razón.
Las pruebas que hasta ahora se han podido estudiar pertenecen a 70 gramos de polvo oscuro hallados en el exterior de la cápsula enviada por la NASA. Esa cantidad ya supera los objetivos iniciales de la misión, que esperaba recoger 60 gramos y que finalmente regresó con unos 250 en el interior a expensas de que no se haya logrado abrir.
El polvo oscuro, "es la muestra de asteroide rica en carbono más grande jamás enviada a la Tierra y ayudará a los científicos a investigar los orígenes de la vida en nuestro propio planeta para las generaciones venideras", ha declarado el administrador de la NASA, Bill Nelson. Las pruebas también han detectado "la presencia de agua y moléculas orgánicas en la arcilla".
El equipo del Centro Espacial Johnson en Houston que está trabajando para adentrarse en el interior de la cápsula, tiene la complicación añadida de que las muestras se encuentran en una caja sellada y con una atmósfera de nitrógeno en su interior para evitar su contaminación por la terrestre.
Los trabajadores han indicado que después de realizar múltiples intentos con todas las herramientas aprobadas para su uso con el TAGSAM siguen sin conseguir vencer la resistencia de los dos últimos tornillos que impiden abrirlo. La NASA está desarrollando nuevos enfoques que les permita lograrlo sin comprometer la integridad de la muestra.
Para evitar que entre en contacto con la atmósfera terrestre y preservar su estado para posteriores análisis científicos, todo el trabajo con las muestras, así como en el cabezal del TAGSAM, se realiza en una “caja de guantes”, un contenedor sellado y con guantes incorporados para manipular el interior, y bajo un flujo de nitrógeno.
Los "componentes básicos para la vida en la tierra" que se quieren estudiar han sido extraídos de Bennu, un asteroide que deambula por el espacio desde hace más de 4.500 millones de años de antigüedad.
Este descubrimiento revelado por la agencia espacial ha abierto de nuevo la incógnita de si hay vida en el espacio y da pistas sobre el origen de la vida en la Tierra.