Viaje al centro de la Tierra: esto es lo que se esconde en su núcleo
La presión en su interior es millones de veces mayor que en la superficie.
El núcleo de la Tierra, también conocido como endosfera, es la capa más interna de nuestro planeta, compuesta principalmente de hierro y níquel. Con un radio de aproximadamente 3500 km, es más grande que Marte y representa el 32% de la masa total de la Tierra. La presión en su interior es millones de veces mayor que en la superficie, y la temperatura puede superar los 6700 °C.
La Tierra se formó hace unos 4600 millones de años a partir de los remanentes de una supernova. Durante su formación, pasó por una etapa de fusión que permitió que los materiales más densos se hundieran hacia el interior, mientras que los más ligeros flotaran hacia la corteza. Este proceso, conocido como diferenciación planetaria, resultó en un núcleo compuesto principalmente de metales pesados como hierro, níquel, iridio y osmio.
El núcleo terrestre está dividido en dos partes: un núcleo externo líquido y un núcleo interno sólido. El núcleo externo, con un grosor de aproximadamente 2270 km, está compuesto de hierro mezclado con níquel y trazas de elementos más ligeros. Se cree que la convección en el núcleo externo, combinada con la rotación de la Tierra, genera el campo magnético terrestre a través de un proceso conocido como la hipótesis de la dínamo.
El núcleo interno sólido, descubierto en 1936 por Inge Lehmann, tiene un radio de unos 1220 km y está compuesto principalmente de hierro y níquel. Algunos científicos piensan que podría estar en la forma de un solo cristal de hierro extremadamente duro y pesado. Especulaciones recientes sugieren que la parte más interna del núcleo podría estar enriquecida con elementos muy pesados como oro, mercurio y uranio.
La densidad media de la Tierra es de 5515 kg/m³, la mayor del Sistema Solar. Dado que la densidad media de los materiales de la superficie oscila entre 2600 y 3500 kg/m³, deben existir materiales más densos en el núcleo. La sismología aporta evidencias de la alta densidad del núcleo, estimada en 11000 kg/m³ para el núcleo externo y 13500 kg/m³ para el núcleo interno.
Los meteoritos proporcionan datos sobre la composición del núcleo, ya que se cree que son restos del material a partir del cual se formó la Tierra. Hay meteoritos rocosos similares a las peridotitas que forman el manto terrestre y meteoritos metálicos compuestos por hierro, iridio y níquel, representativos de la composición del núcleo.
El núcleo de la Tierra es responsable de generar el campo magnético que protege a nuestro planeta de las corrientes de plasma solares. La rotación del núcleo interno, ligeramente más rápida que la del resto del planeta, contribuye a esta protección. En agosto de 2005, un grupo de geofísicos anunció que el núcleo interno rota en dirección oeste a este aproximadamente un grado por año más rápido que la superficie, completando una rotación extra cada 400 años.
El alto contenido en hierro del núcleo y sus propiedades eléctricas permiten interacciones entre los átomos que generan un campo magnético potente. La rotación del núcleo, junto con las altas temperaturas, induce una liberación de los orbitales electrónicos del hierro, creando un imán dinámico que produce el campo electromagnético de la Tierra.
Un cambio en el sentido de giro del hierro fundido en el núcleo puede producir un cambio de polaridad, lo que podría tener efectos en la tecnología desarrollada por el hombre. Durante el periodo de transición en el cambio de polaridad, la Tierra podría estar expuesta a pulsos electromagnéticos solares, que aunque no son dañinos para la vida orgánica, sí pueden afectar a los circuitos eléctricos.