Una plaga fulmina a las palomas mensajeras en Gran Canaria
La invasión del halcón peregrino en Canarias amenaza la colombofilia, una tradición centenaria.
Canarias ha vivido durante los últimos años la proliferación descontrolada del halcón peregrino, una especie exótica que está causando estragos en la fauna local y en la práctica de la colombofilia. Este problema ha alcanzado niveles alarmantes, según ha informado el medio local La Provincia, afectando tanto a las palomas mensajeras como a otras aves autóctonas, y ha llevado a los aficionados a este deporte a reclamar medidas urgentes para controlar la población de estas aves rapaces.
La situación es especialmente grave en municipios del norte de Gran Canaria, como Firgas y Arucas, así como en Las Palmas de Gran Canaria. En dichas localidades, los halcones peregrinos han encontrado un hábitat ideal en las azoteas intransitables de los edificios, donde crían a sus polluelos y desde donde lanzan sus ataques a las palomas mensajeras. Como confirma el destacado colombófilo Juan Diego Cazorla en el citado medio, la colonia de esta especie en Canarias podría rondar el millar, con entre 300 y 400 ejemplares solo en Gran Canaria.
La expansión de esta especie invasora no solo ha afectado a las palomas mensajeras, sino también a otras aves autóctonas como los jilgueros, gorriones y la paloma rabiche. La hibridación con especies locales, como el Tagarote, ha alterado el equilibrio del ecosistema, generando una preocupación adicional.
Los colombófilos han reportado pérdidas de entre el 35% y el 40% en sus palomares, lo que ha llevado a muchos a abandonar esta práctica centenaria. "Es muy triste ver a señores de 75 y 80 años, que llevan toda la vida en esto, llorar a lágrima viva", comenta Cazorla en La Provincia, quien ha recopilado numerosas fotos y vídeos de palomas masacradas por los halcones.
Algunos expertos señalan que una de las posibles causas de esta proliferación podría ser las campañas de erradicación de palomas llevadas a cabo en la capital hace años, así como la crianza en cautividad de estas aves rapaces.
El colectivo de colombófilos de Canarias, que reúne a cerca de 2.000 aficionados, ha enviado una carta al área de Medio Ambiente de la Consejería de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias, solicitando medidas para controlar la población de halcones peregrinos. En la misiva, los deportistas federados destacan que estas aves de presa "son inteligentes y, como buenos turistas, se prendaron del clima canario y de la benignidad de su fauna. Ningún depredador. Por el contrario, presas mansas, nada rápidas y sin experiencia frente a sus perseguidores".
La carta también subraya la necesidad de mantener el equilibrio de la fauna autóctona canaria, que se ve amenazada por el exagerado desarrollo del halcón peregrino. "No hablamos de matarlos, sino de inseminarlos para evitar su procreación", aclaran los colombófilos, quienes han llegado a contar hasta diez halcones en un mismo espacio aéreo atacando a palomas.
El halcón peregrino
El halcón peregrino (Falco peregrinus) es una de las aves rapaces más conocidas y admiradas desde la antigüedad, especialmente por su uso en la cetrería. Esta ave de tamaño mediano destaca por su aspecto compacto y musculoso, diseñado para la velocidad. En vuelo en picado, puede alcanzar velocidades superiores a los 300 km/h, lo que la convierte en una de las aves más rápidas del mundo. Su dieta se compone principalmente de aves pequeñas y medianas, a las que captura en pleno vuelo gracias a su aguda visión y habilidades de caza excepcionales.
El halcón peregrino presenta un notable dimorfismo sexual, donde las hembras son considerablemente más grandes y pesadas que los machos. Los adultos tienen las partes superiores de un tono gris pizarroso y las inferiores pálidas con un fino barrado horizontal. En la cabeza, destaca su pico corto pero poderoso y una bigotera que enmarca las mejillas blancas y los ojos oscuros rodeados por un anillo ocular amarillo. Los jóvenes, en cambio, son más pardos y presentan un patrón de diseño menos contrastado que los adultos.
Esta especie tiene una distribución muy amplia, ocupando gran parte de España, incluidas las Islas Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla.
En Canarias, el halcón peregrino ha encontrado un entorno favorable para su expansión, lo que ha llevado a un aumento significativo de su población en las islas. Esta proliferación ha tenido un impacto notable en la fauna local, especialmente en las palomas mensajeras y otras aves autóctonas.