Una de las calas de postal de Menorca se arruina de la noche a la mañana

La DANA que pasó por Baleares la semana pasada ha causado grandes daños en el archipiélago. Entre las zonas afectadas se encuentra la playa de Cala en Porter, en Alaior, que ha tenido que ser cerrada porque este fenómeno meteorológico arrasó el arenal, convirtiéndolo en un gran embalse de agua.

La maleza, los árboles caídos y los restos de piedras hacen que el espacio quede bloqueado casi por completo. Esto, sumado a la falta de arena y la presencia de aguas fecales, ha obligado a prohibir el acceso a esta playa.

Los más damnificados por este problema han sido los establecimientos ubicados a pie de playa, cuya facturación ha caído en picado desde el pasado jueves, según han revelado en el medio local Menorca. Ante esta situación, ruegan a las administraciones que actúen lo antes posible para poder volver a la normalidad.

"Somos los olvidados de Alaior"

Uno de los negocios más afectados es el de la tienda de artículos de playa Los barriles. "Desde el paso de la DANA hemos tenido un descenso de la facturación del 90%", lamenta su propietaria, Montse Hilario, quien también destaca la sensación de “desánimo” que impera en la zona. "Vemos que la playa lleva ya seis días cerrada y no se está haciendo nada (...) Todo el mundo se ha volcado con Es Mercadal y nadie está hablando de Cala en Porter", critica.

La Terraza Wet, situada al lado de Los barriles, también ha visto reducida su facturación en un 90%. "Hasta que no se abra por lo menos el acceso a la arena estamos muertos, porque dependemos de la gente que acude a la playa", afirma su encargado.

Monkey Kayak es otro negocio que ha sufrido los desperfectos del temporal. Pese a que siguen haciendo salidas mediante reserva, el alquiler directo en la playa ha "caído en picado" y su facturación ha bajado un 40%, precisa su dueño, Ricardo Pujol. En la misma línea que Hilario, el hombre también reclama que se tenga en cuenta la situación de esta zona: "Cala en Porter somos los olvidados de Alaior".

Los lugares de alojamiento turístico también se encuentran en una situación alarmante. Algunos hoteles de la zona, como el Castell de Lô, ya han recibido anulaciones, mientras que los apartamentos Siestas Mar han notado una ralentización de las reservas debido a que los turistas prefieren esperar a ver cómo evoluciona el problema.