Una aguja en un pajar: aparece un anillo de oro "espectacular" en un basurero medieval de 30.000 objetos
Junto a la joya, también se ha localizado un alsengemmer, un extraño objeto que se cree que se utilizaban como amuletos de peregrinación.
La paciencia es la madre de la ciencia y los arqueólogos que trabajan para los Museos Históricos Nacionales de Suecia han tenido la suficiente como para que, después pasarse dos años desenterrando objetos en Kalmar, una localidad del sur del país del que salió Ikea, a orillas del Báltico, y en la que han localizado 30.000 objetos de la Edad Media.
Entre todos esos tesoros desenterrados en la ciudad sueca, datados entre los años 1250 y 1650, son dos los que han llamado la atención de los investigadores: un "espectacular" anillo de oro con la cara de Cristo tallada y, junto a este, un amuleto de cristal en el que se pueden adivinar varias figuras talladas que se conoce con el nombre de alsengemmer. Un extraño objeto que los investigadores creen que se usaba com amuleto de peregrinación.
Tanto el anillo de oro como el amuleto de cristal se localizaron en lo que los arqueólogos de los Museos Históricos Nacionales de Suecia consideran un vertedero medieval. "Es probable que alguien tuviese mala suerte y perdiese el anillo hace 500 años. En cuanto al alsengem, está roto y puede que lo tirasen a la basura", señala Magnus Stibéus, director de las excavaciones, a la revista Newsweek.
Además de estos objetos aparecidos en los yacimientos de edificios, bodegas, calles o letrinas del siglo XV, los arqueólogos han podido recuperar también los restos de una piedra rúnica y la huella, en un ladrillo, de una pata de gato. También se han encontrado numerosos proyectiles y restos de edificios calcinados en la Guerra de Kalmar de 1611.
Magnus Stibéus, director de proyectos de Arkeologerna, destaca la importancia que tienen estas excavaciones para ofrecer una perspectiva única de la vida, de la política y de la economía de la Edad Media en Suecia. "Hemos cruzado el túnel del tiempo para llegar a la Edad Media y tener la oportunidad de estudiar cómo vivía la gente, qué comían y bebían, además de cómo cambió todo con el tiempo", señaló el arqueólogo sueco.