Un vuelo dirección Canarias salva la tragedia por unos metros
El avión estuvo a punto de estrellarse en el momento del despegue.
Un informe de la Air Accidents Investigation Branch (AAIB) ha publicado esta semana un informe que relata el "grave" incidente sufrido por un vuelo de TUIFly que partió desde Bristol en dirección a Gran Canaria el pasado 4 de marzo. Al parecer, el avión estuvo a punto de estrellarse en el despegue.
El avión, un B737 800 en el que viajaban 163 pasajeros, dos pilotos y cuatro auxiliares de cabina, tuvo un falló técnico con los aceleradores automáticos que ordenan la propulsión de los motores. Esto provocó que el avión estuviera "a sólo tres metros de altura", logrando despegar cuando acababa la pista y quedando a solo 30 metros del suelo de la carretera: "Estaba muy por debajo de la altitud que debía tener en ese momento".
Tras ascender finalmente a la altura correcta, con bastantes dificultades, el vuelo continuó hacia Gran Canaria con normalidad. Pero AAIB investiga ahora la razón del fallo y si los pilotos hicieron las comprobaciones establecidas en el 'check list'.
La tripulación no se percató del problema
"A pesar del requisito de verificar el ajuste del impulso al despegar, la tripulación no se dio cuenta de que no estaba ajustado correctamente hasta después del despegue, a pesar de que habían observado lo cerca que estaban del final de la pista", señala la AAIB en el informe.
Asimismo, añade que "la investigación examinará todos los factores pertinentes asociados a este grave incidente y se emitirá un informe final a su debido tiempo". Boeing, por su parte, ha revelado a los investigadores que el sistema de aceleración automática original de sus 737-800 tenía "un largo historial de desconexiones molestas durante el modo de despegue".