Un prestigioso abogado desvela el callejón sin salida del Valencia y Sevilla si despiden a Rafa Mir por agresión sexual

El incierto horizonte legal que acompaña al futbolista Rafa Mir, que ya ha sido puesto en libertad después de ser detenido tras una doble denuncia por presunta agresión sexual contra él y un amigo, tiene impacto directo en el ámbito deportivo. Concretamente en los dos clubes que actualmente tienen vínculo directo con él: el Sevilla y el Valencia, este último donde ha sido cedido por un año.

Un abogado laboralista de Valencia se ha pronunciado sobre la suerte de 'callejón de salida' o dilema al que se enfrentan tanto el club hispalense como el valenciano. Se trata de Andrés Gil, quien en un hilo de X -antes Twitter- explica y desgrana los posibles escenarios que podrían derivarse de un "despido fulminante" a Mir.

El abogado arroja luz sobre si tanto el Valencia como el Sevilla podrían prescindir del jugador "sin coste económico". En primer lugar recalca que en lo que atañe a los valencianos "solo podría rescindir esta cesión".  

"Es muy probable que tengan que indemnizarle"

Por otra parte, Gil también señala dos factores de relevancia, como que "los hechos ocurrieron en su tiempo libre y fuera del entorno de trabajo", por lo que "será complicado imputarle un incumplimiento laboral" y que en materia de asistencia laboral "si ha faltado a algún entrenamiento por estar detenido no se puede considerar ausencia injustificada al trabajo (era imposible que pudiera ir)".

Asimismo, el letrado también recuerda que el "estado procesal actual es el de 'investigado' en la fase de instrucción del proceso penal", eso teniendo en cuenta que ya "se decretó su libertad provisional con medidas cautelares... lo que por sí mismo no implica ninguna presunción de culpabilidad".

A su juicio, ambos clubes "lo tienen realmente complicado para despedir o rescindir el contrato del futbolista", aunque "obviamente pueden hacerlo, pero si lo hacen es muy probable que tengan que indemnizarle en el futuro". También prevé que el procedimiento penal que se ha iniciado "probablemente será largo" y que "los Juzgados de Lliria no son especialmente rápidos, así que estamos hablando de entre 1-2 años como mínimo".

Con todo, deja un contundente mensaje al final: "Dicho esto hay que tener paciencia, máximo respeto a la presunción de inocencia y también tolerancia cero con este tipo de delitos".