Un piloto pide cambiar la gran incoherencia de un gran aeropuerto español: "Es el único del mundo que lo hace al revés"
“Lo primero que hay que hacer es optimizar lo que tenemos”, asegura.

El Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat se encuentra en un momento clave de transformación ya que, desde hace unos meses, se barajan varios planes de ampliación que buscan modernizar y expandir sus instalaciones. Aunque de momento no hay nada oficial, la consejera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica de la Generalitat, Sílvia Paneque, ha anunciado que “en las próximas semanas” se darán a conocer detalles surgidos en la comisión técnica.
Mientras tanto, han surgido críticas tanto de ciudadanos como de algunos profesionales del sector, quienes cuestionan diversos aspectos del proyecto. Es el caso de Ramon Vallès, comandante de líneas aéreas, piloto y formado en investigación de accidentes, quien asegura que “lo primero que hay que hacer es optimizar lo que tenemos y, si no tenemos suficiente, ya ampliaremos la pista”.
Así lo ha hecho saber en declaraciones recogidas por el portal de noticias RAC1, donde ha explicado que, desde hace años, El Prat va al contrario del resto de aeropuertos y desafía cuestiones logísticas de aviación. Normalmente, las pistas de mayor distancia se usan para el despegue, mientras que las más cortas se destinan al aterrizaje. Esto es así por temas de peso del avión, sin embargo en este aeropuerto de Barcelona se hace al revés.

Un funcionamiento peculiar
"En El Prat, la pista larga se emplea para aterrizar y la corta por despegues. Es el único del mundo que lo hace al revés", asegura Ramon Vallès. Debido a unas quejas de los vecinos acerca de las zonas de sobrevuelos, un juez dictaminó que se cambiara el uso tradicional de las pistas de despegue y aterrizaje, desafiando toda logística aeronáutica. "Si cambiáramos esta operativa, seguramente no haría falta una nueva pista", afirma el piloto.
Ramon asegura que la infraestructura de Barcelona-El Prat está mal gestionada por diferentes directrices, pero que si se cambiaran podría “rendir a todos los efectos”. Por este motivo, se muestra reacio a la propuesta de ampliar el aeropuerto si antes se puede explotar los recursos que tienen actualmente, optimizando las instalaciones todo lo máximo posible.

"Cuando pilotamos estos aviones debemos pedir una excepción con la normativa de las pistas, porque no podemos elevarnos con una pista corta y ocurre que, si hay un volumen muy grande de llegadas, nuestro avión debe estar en el punto de espera", explica. Si se cambiase este funcionamiento, Vallès asegura que el aeropuerto no solo podría asumir más movimientos, sino que también tendría implicaciones en lo que a medio ambiente se refiere.