Un palacio de cuento de hadas se convierte en una trampa mortal para una gimnasta profesional
La joven cayó desde un acantilado a una altura de 70 metros en Baviera, Alemania.
Una vez más el interés por fotografiarse en determinados lugares potencialmente peligrosos, el ansia por compartir esa imagen en redes sociales, o simplemente la inconsciencia a la hora de calcular el riesgo al que uno se somete cuando decide tomar este tipo de decisiones, ha vuelto a resultar fatal para una joven de 23 años.
Hablamos de Natalie Stichová, una gimnasta checa que acudió junto a tres amigos más con la intención de escalar el monte Tegelberg, muy próximo al castillo de Neuschwanstein, en el estado alemán de Baviera. El ascenso a la montaña, que pretendía ser una actividad lúdica de lo más normal para gente joven con fuerza y ganas de disfrutar de una agradable experiencia, terminó de la peor forma posible.
¿El motivo? Un selfie. Y es que, la joven atleta, en un intento por sacarse la mejor fotografía posible en el lugar, con el castillo de Neuschwanstein de fondo, conocido como un castillo propio de un cuento de hadas tal y como lo definen en su propia web, cayó fatalmente a una altura de 70 metros.
La caída le provocó graves heridas por las que tuvo que ser trasladada de urgencia en helicóptero al hospital más cercano. Y pese a que en un primer momento la joven resistió a la grave caída, terminó falleciendo apenas una semana después en el propio hospital a causa de los daños sufridos.
Según informan en el portal Focus Online, la causa del accidente no fue otra que el acercamiento de la chica al borde del acantilado desde donde se iba a tomar el selfie delante del castillo.
La joven fallecida era una de las grandes promesas en la gimnasia de República Checa, país que acogió la noticia con especial estremecimiento tras confirmarse su muerte.
