Un obrero encuentra un tesoro millonario en una pared y la ley le sorprende con una increíble recompensa
Ya se sabe con las obras en casa...
Dicen que cuando empieces una obra en casa no sabes lo que te vas a encontrar. Unas tuberías picadas, unas vigas tocadas... o hasta un tesoro escondido entre las paredes. Esto último suele ser el hallazgo menos habitual, pero es lo que ha encontrado un obrero que reformaba una vivienda en Viena.
Mientras trabajaba, el albañil notó una cuerda que sobresalía de la pared. Tirando de ella acabó llegando a un cofre. Sorprendido por el descubrimiento, lo abrió y en su interior encontró nada menos que un botín de monedas de oro.
Kilos y kilos de divisas de oro, señalan medios internacionales, que para poner las cifras en claro elevan a los dos millones de euros el valor del hallazgo.
Las dudas fueron inmediatas. ¿A quién pertenece ese botín? ¿Se lo podía quedar el obrero? Dada la relevancia del caso y del altísimo importe económico en juego, ha entrado la ley austriaca, que recoge el modo de actuación ante un supuesto como este.
De acuerdo con la legislación nacional, entre un tercio y la mitad del valor de los objetos de valor se debe a quien los encuentra, es decir, al trabajador. Idéntica cantidad ocurre con el propietario del inmueble.
En cualquier caso, ese reparto puede que quede en nada... porque el botín ha desaparecido misteriosamente, añaden medios europeos. Nadie sabe si han sido los trabajadores que hacían la reforma, si ha sido el dueño de la casa o quién, pero el oro ya no está donde fue hallado.
El extraño caso del oro escondido va para largo...