Un matemático revela cómo las pizzas del Pentágono pueden predecir una guerra inminente

Un matemático revela cómo las pizzas del Pentágono pueden predecir una guerra inminente

La compra de pizzas aumenta cuando se avecina un problema geopolítico.

A pizza chef bakes pizzas.Getty Images

James Simons es conocido como el mejor inversor de todos los tiempos. No era economista, sino matemático, pero quería ganar dinero, con lo que puso sus habilidades numéricas al servicio de las finanzas. Y su estrategia le funcionó muy bien, ya que obtuvo una rentabilidad media del 66% al año desde 1988.

Desde ese mismo año, Simons, que falleció en mayo, se dedicó a crear modelos matemáticos complejos para predecir las tendencias del mercado de valores y tener ventaja al elegir un activo. El medio La Razón ejemplifica uno de los datos cuantitativos que exploró con énfasis.

La métrica analizada se llamaba "pizzas del Pentágono", relacionada con los movimientos de los restaurantes cercanos a la sede del Departamento de Defensa de EEUU. Simons entendió que cuando se estaba gestando una crisis importante en el mundo, como las invasiones a Irak o Afganistán, así como períodos de gran inestabilidad en Oriente Medio, los empleados del Pentágono trabajaban horas extras.

Una conclusión a la que llegó estudiando los libros de encargos a pizzerías alrededor del Pentágono, ya que los empleados las pedían cuando tenían que quedarse más tiempo. Es decir, a más pizzas, más conflictos globales.

Las "noches de la pizza"

En consonancia con esta teoría, Frank Meeks, propietario de varias pizzerías de la franquicia Domino’s en Washington, observó un repentino incremento de pedidos desde distintas oficinas gubernamentales en verano de 1990. Lugares como el Pentágono o la Casa Blanca pidieron una elevada cantidad de pizzas en una noche que resultó ser la antesala de la Guerra del Golfo. A aquel evento se le conoce como el Pizza Meter.

El 17 de noviembre de 1995 sucedió otro fenómeno conocido localmente como "noche de la pizza", que años más tarde terminaría desatando el escándalo Lewinsky-Clinton. En diciembre de 1998, el Washington Post publicó un artículo titulado: "Con el capital en pánico, las entregas de pizza se disparan"

"Cuanto mayor es la crisis y más tiempo pasan los funcionarios del gobierno encerrados en sus oficinas, más pizza comen. Esta semana, con la confluencia de las audiencias en el Congreso y la gestión de la guerra en el Pentágono, el índice está batiendo récords", escribió el medio.

A día de hoy, todavía hay gente que se dedica a "traquear" esto para identificar cuándo aumentan los pedidos de pizza para ver cuándo podría producirse un nuevo conflicto, tal y como explican unos usuarios deTikTok. No obstante, hay quien no se toma esto muy en serio. "Osea, que abrir una pizzería en esa zona equivale a dinerito", comenta un internauta. "Deberían hacer una cocina para sus trabajadores entonces", bromea otro.