Un estudio señala el extraño vínculo entre el declive de los murciélagos y el incremento de la mortalidad infantil

Un estudio señala el extraño vínculo entre el declive de los murciélagos y el incremento de la mortalidad infantil

La enfermedad que está diezmando la población de estos mamíferos voladores ha tenido también repercusiones económicas y medioambientales.

El experto Wolfgang Sauerbier muestra un ejemplar de murciélago orejudo en la cueva de Barbarroja.Matthias Bein

Un reciente estudio dirigido por Eyal Frank, investigador ambiental de la Universidad de Chicago, ha revelado una conexión sorprendente entre la disminución de la población de murciélagos en Estados Unidos y el aumento de la mortalidad infantil. Según el estudio, publicado en la revista Science, en las zonas donde se han registrado casos del "síndrome del hocico blanco" –una enfermedad letal para los murciélagos–, el índice de mortalidad infantil ha crecido un 8%. Aunque, en principio, los dos hechos parecen inconexos, el estudio ofrece una explicación basada en el equilibrio ambiental y el uso de pesticidas.

Desde hace casi dos décadas, la enfermedad conocida como síndrome de la nariz blanca ha devastado las colonias de murciélagos en Norteamérica. La patología altera los ciclos de hibernación de los animales, forzándoles a gastar sus reservas energéticas durante el invierno, lo que acaba provocando su muerte por inanición o congelación. Frank estima que, en promedio, el 70% de las colonias afectadas sucumbe a la enfermedad.

Los murciélagos juegan un papel crucial en el control de plagas, ya que un solo ejemplar puede consumir miles de insectos en una noche, incluyendo especies perjudiciales para los cultivos. Sin ellos, los agricultores de las regiones afectadas han aumentado en un 31% el uso de pesticidas si se compara con zonas donde los murciélagos no están enfermos y que ha tenido repercusiones tanto económicas como medioambientales.

Impacto económico y un vínculo inesperado

La proliferación de pesticidas no solo ha causado estragos en el medio ambiente, sino también en la economía agrícola de las regiones afectadas. Entre 2006 y 2017, se estima que el sector agrícola ha perdido cerca de 27.000 millones de dólares debido a la necesidad de incrementar el uso de productos químicos, lo que podría haber afectado tanto la calidad de los cultivos como los costes de producción.

Pero el estudio de Frank va más allá al señalar un efecto indirecto mucho más preocupante: la relación entre la muerte de los murciélagos y el aumento de la mortalidad infantil. Superponiendo los datos sobre el declive de las colonias de murciélagos con las estadísticas de mortalidad infantil, el investigador ha detectado un incremento del 8% en las muertes de niños en las áreas más afectadas por la enfermedad del hocico blanco.

La hipótesis de Frank, respaldada por estudios previos, sugiere que el aumento en la exposición a pesticidas en estas zonas podría ser un factor de riesgo para la salud, especialmente en los niños. Aunque los pesticidas son esenciales para mantener la producción agrícola, también pueden tener efectos nocivos en la salud humana. Este estudio abre una nueva vía de investigación sobre el impacto que los desequilibrios ecológicos pueden tener en la salud pública, un vínculo que, hasta ahora, había pasado desapercibido.