Historia de película en la Comunidad Valenciana. Una turista suiza rica cercana a los 80 años conoció durante su estancia en la región a un atractivo joven español 40 años menor que ella.

Tras conocerse y tener varias citas, ambos acabaron teniendo una relación sentimental. Poco tiempo después de que el noviazgo diera comienzo, la mujer decidió dejarle como herencia toda su fortuna a su apuesto novio.

Tal y como recoge el medio de comunicación valenciano Las Provincias, para formalizar ese compromiso los dos acudieron a una notaría de Alicante con el objetivo de dejar por escrito que la herencia pertenecería al joven.

En un momento en el que el guapo joven español estaba fuera de la sala, la funcionaria, consciente de que la situación era muy extraña, le dijo lo siguiente a la mujer de avanzada edad: "Pero señora, ¿no ve que este hombre se está intentando aprovechar de usted?".

En ese instante fue donde todo saltó por los aires. La turista suiza le dio la vuelta a la situación y dejó claro que ella no estaba dispuesta a salir perdiendo en la relación afirmando lo siguiente: "Y yo me quiero aprovechar de su juventud".

Cambio secreto de testamento

Dicho y hecho. Esa misma tarde, aprovechando que se quedó sola por un tiempo, la mujer volvió a dirigirse a la notaría para hacer un nuevo testamento en el que no figurara su pareja.

Así, el hombre pasó dos años de relación (hasta que la mujer falleció) 'entregándole su amor' a la turista suiza siendo total desconocedor de que en realidad su fortuna no iba a ser para él.

Cuando la mujer murió, el joven español acudió a la notaría con el testamento sin saber que en esa misma notaría existía otro testamento que le restaba toda la validez al anterior y en el que se expresaba que los bienes de la turista irían a parar a sus familiares.

El caso ha llegado a la justicia valenciana, ya que el hombre presentó una demanda por la vía civil contra los herederos con el objetivo de recibir una compensación económica por los casi tres años que estuvo con la turista.

Y un tribunal de Alicante le acaba de dar la razón. La sentencia señala que el joven tiene derecho a recibir un pago de ocho euros la hora, a razón de ocho horas laborales durante cinco días a la semana. El resultado final es que los herederos tienen que indemnizar al hombre con 33.280 euros.