Los súper tanques subterráneos de Madrid asestan el golpe a las últimas tormentas
Estás creados "para almacenar las primeras aguas de lluvia, que además son las más contaminantes (más incluso que las aguas fecales)".
Pero, cuando se producen lluvias como las de los últimos días en este caótico mes de junio de 2024, ¿a dónde va a parar ese torrente de agua que es absorbido por las alcantarillas? Normalmente se dirige a las depuradoras. Sin embargo, en Madrid se dispone de un sistema que permite "retener las aguas de lluvia en tanques de tormentas antes de que lleguen a las estaciones de depuración", según explican desde el Canal de Isabel II.
Estos tanques "son unos enormes depósitos subterráneos creados para almacenar las primeras aguas de lluvia, que además son las más contaminantes (más incluso que las aguas fecales) porque arrastran toda la suciedad acumulada en las calles y en el asfalto", explican. Además, resaltan que de este modo evitan que "las depuradoras sobrepasen su caudal máximo y tengan que verter el excedente, sin tratar, a los cauces receptores".
La Comunidad de Madrid, según señala el medio 20 minutos, ha destacado que esta red es "la mayor del mundo". El sistema, en toda la comunidad, cuenta con 65 tanques de tormentas y entre todos pueden almacenar 1,48 hectómetros cúbicos.
"Dos de los mayores tanques de tormentas del mundo se encuentran igualmente en Madrid. Se trata de las instalaciones de Arroyofresno y Butarque. Cada uno puede almacenar hasta 400.000 metros cúbicos de agua, ocho veces más que el estanque de El Retiro", señalan en la página web del Canal de Isabel II.
El recorrido del agua hasta los tanques
En días con precipitaciones intensas, el agua se filtra a través de las alcantarillas, pero dada la cantidad, no pue ser depurada de forma inmediata. Así, estas aguas "esperan" en estos tanques hasta que cesa el temporal. "Es entonces cuando se conducen gradualmente a las estaciones de depuración", indican.
"Con ello, no solo se evita la contaminación de los ríos, sino que, además, se impiden posibles inundaciones y daños ambientales", añaden desde el Canal de Isabel II.
El agua pasa a los tanques por colectores que pueden ser de hasta siete metros de diámetro. "Antes de llegar a los tanques, el agua pasa por una serie de filtros que permite retener elementos contaminantes sólidos como botellas de plástico u otro tipo de objetos. Muchos de los objetos sólidos que llegan con el agua pluvial quedan acumulados en el fondo del mismo. Posteriormente se retiran mediante distintos sistemas de limpieza", explican.