Si la llama de tu estufa de gas tiene este color, es mejor que actúes cuanto antes
Hay que tener especial precaución.
Parece una cosa menor, pero el color de un fuego de gas puede decir mucho del estado en el que se encuentra y en el caso de que tenga un tono muy concreto hay que reaccionar.
El gas natural se suele suministrar de diferentes maneras, como con el gas natural E, que tiene un alto contenido de metano, o el natural rico en nitrógeno Ls y Lw. Pero todos se comportan de una forma parecida.
La clave está en el color que debe tener la llama. Lo ideal es que el color de combustión sea azul claro, ya que, en tal caso, se trataría de una combustión completa del combustible.
Pero si el color cambia y tiene un aspecto más amarillo anaranjado, hace falta tener en cuenta de que la cosa no está yendo del todo bien. Se trata, en muchos casos, de un tipo de combustión incompleta.
Este proceso hace que el consumo de gas aumente y, por tanto, se registren facturas más altas. Algo que, en los últimos años, con las subidas de los precios energéticos derivadas por la guerra en Ucrania, es algo a tener muy en cuenta.
Las razones pueden ser un ajuste inadecuado de las boquillas que se colocan sobre los quemadores, las tapas mal instaladas o que haya una contaminación en la instalación de gas.
En tal caso, lo ideal es que se pida ayuda al proveedor para que pueda realizar una prueba y compruebe qué es lo que falla, antes de que el problema sea mayor.