Resuelven el gran misterio de la construcción de las pirámides de Egipto
Ya se conoce cómo fue posible transportar los grandes bloques de piedra que las componen.
Uno de los principales misterios que rodea a la construcción de las pirámides de Egipto es el de cómo, en aquella época carente de medios tecnológicos, se lograron transportar rocas tan pesadas a un lugar desértico.
Y ahora, milenios después, la ciencia ha conseguido dar respuesta al enigma. Según señala un estudio publicado en la revista Communications Earth & Environment, la clave fue que en aquel momento discurría por la zona un afluente del río Nilo que ahora está seco.
Se trata de un hecho que habría posibilitado el desplazamiento por vía marítima tanto de las propias personas que trabajaban en el levantamiento de las míticas pirámides como de los bloques de piedra utilizados para construirlas.
Los científicos han llegado a la conclusión de la existencia de ese brazo del río Nilo recogiendo muestras de sedimentos del canal. Así, hallaron una capa de grava y arena similar a la del lecho de un río. Además, esa investigación fue complementada con imágenes de satélite.
Esos procesos permitieron que los expertos pudieran cartografiar la ubicación exacta de ese afluente del Nilo. El mismo ha sido bautizado como Ahramat, una palabra árabe cuyo significado en castellano es pirámide.
En concreto, el estudio ha revelado que el afluente contaba con una longitud aproximada de 64 kilómetros y se encontraba cerca del complejo en el que se construyeron entre el 2686 a.C. y el 1649 a.C. las famosas pirámides de Guiza.