Reino Unido activa las alarmas por el regreso del venenoso dragón azul en estas playas más populares de Canarias
La aparición del dragón azul en varias playas españolas ha generado alarma entre turistas y residentes debido a su peligrosa picadura.
Este verano en las costas españolas se han detectado varios ejemplares de dragón azul, un pequeño pero peligroso molusco marino conocido científicamente como Glaucus atlanticus. A pesar de su diminuto tamaño y fascinante apariencia, su presencia ha obligado al cierre de varias playas debido a su potente picadura, que puede causar graves reacciones en los humanos.
El dragón azul, también conocido como mariposa de mar, es una criatura pelágica que flota en la superficie del océano gracias a una bolsa de gas en su estómago. Su hábitat natural abarca las regiones cálidas de los océanos Atlántico, Pacífico e Índico, pero el calentamiento global ha facilitado su llegada a las costas europeas, incluyendo las españolas.
Pues bien: el dragón azul nos persigue hasta en otoño. Tal y como alerta el medio británico Express la detección de varios ejemplares de la peligrosa babosa marina Glaucus atlanticus ha motivado al Ayuntamiento de Tenerife a desplegar la bandera morada en dos de sus playas más populares, como señal de alerta ante la posible presencia de fauna marina peligrosa.
El Consejo de Granadilla de Abona ha optado por tomar esta precaución para informar a los bañistas sobre el riesgo potencial que representa este animal en las playas de El Médano y Leocadio Machado. Ondea la bandera amarilla, lo que significa que el baño está permitido, pero con cautela.
Características y peligros del dragón azul
El Glaucus atlanticus posee un cuerpo alargado y aplanado, de un azul vibrante en su parte dorsal y plateado en la parte ventral, lo que le permite camuflarse en el océano. A pesar de su belleza, este pez es altamente peligroso debido a su capacidad para almacenar veneno en sus tejidos. Se alimenta principalmente de organismos cnidarios (medusas, pólipos, corales, anémonas e hidras), como la carabela portuguesa, cuyo veneno es extremadamente tóxico.
El dragón azul no solo es inmune al veneno de sus presas, sino que también lo concentra en las puntas de sus apéndices, utilizándolo como mecanismo de defensa. Esto significa que una picadura de este molusco puede causar síntomas severos en los humanos, incluyendo dolor intenso, vómitos, mareos, irritación, sarpullidos y ampollas dolorosas. En casos extremos, puede provocar reacciones alérgicas graves e incluso la muerte.
El calentamiento global ha jugado un papel crucial en la expansión del hábitat del dragón azul. Las temperaturas más cálidas del océano han permitido que esta especie, que normalmente habita en aguas tropicales y templadas, se desplace hacia el norte, alcanzando las costas europeas.