Que no te den atún por bonito: estas son las claves para diferenciarlos

No suelen faltar las latas de conserva en ninguna casa, pero en muchas ocasiones, debido a la gran cantidad de variedades, se cometen errores y se acaba teniendo una lata almacenada durante meses. Lo bueno es que aguantan. ¿Pero cómo evitarlo?

Tal y como comentan en la Cadena SER, en la calle se habla de atún y bonito indistintamente. No suelen diferenciarse, pero lo cierto es que son productos diferentes: está el atún común, el claro y el bonito del norte. ¿En qué se diferencian?

El atún común, también conocido como barrilete (Katsuwonus pelamis), es el más asequible. Su carne es más oscura y fibrosa, lo que lo convierte en una opción económica para usos diarios.

Por otro lado, el atún claro (Thunnus albacares), proveniente del atún de aleta amarilla, es una alternativa más apreciada que el barrilete. Su carne es más clara y tierna, lo que lo sitúa como una opción de mejor calidad, aunque también más cara.

Finalmente, el bonito del norte (Thunnus alalunga) es el más prestigioso de los tres. Su carne blanca, suave y de textura firme, se destaca tanto por su sabor como por su exclusividad. Se pesca principalmente en el mar Cantábrico y su precio es más elevado debido a su delicadeza y a las técnicas de pesca más selectivas empleadas.

A la hora de elegir entre estos tipos de atún en conserva, el artículo recomienda fijarse en tres aspectos clave: la especie de pescado (especificada en la lata), el peso neto y el precio por kilo. De esta manera, el consumidor puede hacer una compra más informada y equilibrada en términos de calidad y costo.

Además, la SER advierte sobre la práctica de la reduflación, en la que las marcas reducen la cantidad de producto en las latas sin ajustar el precio, un factor que el consumidor debe tener en cuenta para evitar pagar más por menos producto.