Qué es el espacio Schengen y qué países lo forman en el 2025
El acuerdo entró en vigor en 1995, y desde entonces, el espacio Schengen ha crecido significativamente, convirtiéndose en la mayor zona de libre circulación del mundo.
El espacio Schengen es una de las mayores realizaciones de la integración europea, permitiendo a millones de personas viajar, trabajar y vivir en diferentes países sin la necesidad de pasar por controles fronterizos. Desde su creación, ha facilitado la movilidad y ha fortalecido la cooperación entre los países miembros.
En 2025, el espacio Schengen sigue siendo un pilar fundamental de la Unión Europea, con la reciente incorporación de nuevos países que amplían aún más esta zona de libre circulación. Este artículo explora qué es el espacio Schengen, su historia, los países que lo forman en 2025 y los trámites necesarios para viajar dentro de esta área.
El espacio Schengen se originó en 1985 con la firma del Acuerdo de Schengen en un pequeño pueblo de Luxemburgo del mismo nombre. Inicialmente, fue un proyecto intergubernamental entre cinco países de la Unión Europea: Francia, Alemania, Bélgica, los Países Bajos y Luxemburgo. El objetivo principal era eliminar los controles fronterizos internos y facilitar la libre circulación de personas.
El acuerdo entró en vigor en 1995, y desde entonces, el espacio Schengen ha crecido significativamente, convirtiéndose en la mayor zona de libre circulación del mundo. Hoy en día, más de 400 millones de personas pueden viajar libremente entre los países miembros sin pasar por controles fronterizos internos.
En 2025, el espacio Schengen abarca 31 países, incluyendo todos los Estados miembros de la Unión Europea, excepto Irlanda y Chipre. Además, incluye a los países de la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC): Islandia, Noruega, Suiza y Liechtenstein. Los últimos en unirse han sido Rumanía y Bulgaria, que completaron su adhesión el 1 de enero de 2025.
Para los ciudadanos de los países miembros, viajar dentro del espacio Schengen es sencillo y no requiere pasar por controles fronterizos. Sin embargo, los nacionales de terceros países deben cumplir ciertos requisitos para ingresar y moverse libremente dentro de esta área.
Los ciudadanos de terceros países que deseen visitar el espacio Schengen por turismo, negocios o estudios por un período corto deben obtener un visado Schengen. Este visado permite la estancia en el área Schengen por un máximo de 90 días dentro de un período de 180 días. El proceso de solicitud incluye la presentación de documentos como pasaporte válido, prueba de alojamiento, seguro médico de viaje y medios económicos suficientes para cubrir la estancia.
A partir de 2025, los viajeros de países exentos de visado deberán obtener una autorización de viaje ETIAS (Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes) antes de ingresar al espacio Schengen2. Este sistema de autorización electrónica tiene como objetivo mejorar la seguridad y gestionar mejor los flujos migratorios. La solicitud de ETIAS se realiza en línea y requiere información personal, detalles del viaje y antecedentes penales.
El espacio Schengen ofrece numerosos beneficios tanto para los ciudadanos de los países miembros como para los visitantes. La eliminación de los controles fronterizos internos facilita el comercio, el turismo y la cooperación transfronteriza. Además, permite a los ciudadanos vivir y trabajar en diferentes países sin restricciones, fomentando una mayor integración y cohesión europea.
Los países que desean unirse al espacio Schengen deben someterse a una serie de evaluaciones rigurosas para asegurar que cumplen con los requisitos necesarios. Estas evaluaciones incluyen la capacidad de gestionar las fronteras exteriores, la cooperación policial y la protección de datos. Una vez que un país pasa estas evaluaciones, los demás miembros del espacio Schengen deben aprobar su adhesión por unanimidad, previa consulta al Parlamento Europeo.
El espacio Schengen también ha fortalecido la cooperación en materia de seguridad entre los países miembros. La eliminación de los controles fronterizos internos ha sido compensada con medidas de seguridad reforzadas en las fronteras exteriores y una mayor colaboración entre las fuerzas policiales y judiciales. El Sistema de Información Schengen (SIS) y la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) son ejemplos de herramientas clave que ayudan a mantener la seguridad dentro del espacio Schengen.