Prohíben entrar al campo de fútbol del Albacete a unos aficionados si no retiraban una bandera que muy pocos conocerán
Los miembros de seguridad impidieron el acceso debido a una interpretación errónea.
Durante los últimos años, los avances sociales en todos los sentidos han tenido su continuación en todos los aspectos de la vida. La mayor tolerancia y respeto hacia determinados grupos sociales y minorías -con su amparo legal correspondiente-, así como la respuesta feroz contra aquellos que la incumplen, siendo el deporte una perfecta herramienta para luchar contra este tipo de discriminaciones.
En este sentido, el fútbol, como deporte más seguido en España, es también un gran altavoz y un escaparate sin igual para predicar con el ejemplo. Polémicas raciales como las ocurridas con el jugador del Real Madrid, Vinicius Jr, en determinados estadios españoles, se han saldado con denuncias y sanciones sin precedentes en nuestro país, con el objetivo de frenar y erradicar cualquier mínima muestra de intolerancia que tenga que ver con motivos raciales, machistas, homófobos, xenófobos, etc.
Pero en ocasiones, esta rigidez puede jugar malas pasadas en determinados lugares y momentos. Uno de estos se vivió el pasado fin de semana en el estadio Carlos Belmonte de Albacete, justo antes de que diera comienzo el partido de Segunda División entre el conjunto albaceteño y el Cartagena.
El suceso tuvo como protagonistas a varios aficionados cartageneros, que vieron como los miembros de seguridad del estadio, les impidieron acceder al campo de fútbol si no se deshacían de una bandera que portaban con ellos y que, a diferencia de lo que creía la seguridad del estadio, no ofendían a nadie, ya que no tenía ningún tipo de connotación discriminatoria.
Y es que, debido a las políticas tan rígidas con respecto a todo tipo de manifestaciones que puedan ofender a diversos grupos, desde los estamentos más altos de la competición, y de acuerdo con la Ley 19/2007 de la Comisión Estatal contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, se prohíbe desde hace años banderas como la de las juventudes hitlerianas, la bandera de España con el Águila de San Juan o la del partido político Fuerza Nueva. Tampoco se permite la entrada de combinaciones y números como el 88, 14, 18, 22, 4/20 o el 33, ni tampoco siglas como HH, B&H, A.C.A.B., o SS, además de la esvástica, la cruz celta o la espada y el martillo, entre otras.
Pero el incidente del pasado fin de semana, nada tenía que ver con esto, ya que los aficionados del Cartagena portaban la bandera de la provincia marítima de Cartagena, roja con una gran cruz blanca que la divide en cuatro. Y pese a los intentos de todos ellos por convencer a los miembros de seguridad de que no se trataba de ningún tipo de ofensa ni falta de respeto ante nadie, y que simplemente era una bandera representativa del municipio cartagenero.
Pese a ello, los guardias no cedieron ante la petición de los aficionados y la condición para entrar en el estadio tenía que ser de manera imperiosa, la de dejar la bandera en la entrada, ante la incredulidad de los aficionados de Efesemania -nombre con el que se autodenominan los aficionados del Cartagena F.C. Con todo, hubo varios aficionados que pudieron birlar a la seguridad y lograron introducirla en el estadio.
Según informaron los damnificados, los guardias de seguridad alegaron que tenían órdenes de tan solo dejar pasar bandera o enseñas oficiales.