¿Por qué Santana es un apellido tan común en Las Palmas de Gran Canaria?
Un apellido con raíces de una lengua aborigen del archipiélago.
Los apellidos canarios tienen un aura especial. Son un auténtico orgullo para los habitantes del archipiélago que lo llevan. Su origen se remonta a las grandes familias nobles que vivieron en las Islas o de antiguos reyes que venían de otros rincones del mundo.
Tanto los nombres como los apellidos tradicionales dejaron su huella en Canarias. Los apellidos más comunes de las Islas son Rodríguez, González y Hernández, seguidos de Pérez, García, Díaz, Santana y Suárez, mientras que en el conjunto nacional el orden sería García, Rodríguez, González y Fernández. Además, los apellidos del archipiélago tienen diferentes procedencias, según un estudio del periodista Antoni Jiménez, de la Oficina de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Arucas, y del investigador Carlos Platero. Son de los primeros descendientes de aborígenes que sobrevivieron en el tiempo: Oramas, Guanche, Baute, Chinea, Bencomo o Dara.
Santana, el apellido de los niños huérfanos
En Gran Canaria es muy común ver a habitantes con el apellido Santana. Según el Instituto Nacional de Estadístico, hay un total de 82.327 'Santanas' en la isla, tanto como aquellos que lo llevan como primer, segundo o ambos apellidos.
Esta notoriedad es debido a que los niños huérfanos de la Casa de Expósitos o del Hospicio de la Casa Cuna estaban bajo la advocación de Sant Ana (Sant-Ana), lo que lo hace un apellido común en las Islas. Además, se dice que tiene raíces de una lengua aborigen de Canarias, el idioma guanche, antes de que los conquistadores. En guanche, 'Santana', significa "lugar alto", hecho que podría estar relacionado con la geografía montañosa de Gran Canaria y la multitud de lugares con mucha altitud.
¿Qué son los niños expósitos?
Es posible que los más jóvenes no conozcan este término. Un niño o niña "expósito" es como eran llamados a los recién nacidos que eran abandonados, normalmente en las puertas de las iglesias o en las calles.
Expósito es un término que ya no se utiliza para estas situaciones. Ahora se refiere más a 'niños abandonados', antes, incluso estaba socialmente aceptado y regulado hasta el punto de que en las ciudades más importantes siempre había una casa de niños expósitos, que tenían torno por ley para que la mujer tuviera la libertad de depositar en él a su hijo sin que fuese visto por la monja.