¿Por qué el león desbanca al toro como símbolo de España?
El 'rey de la selva' ha estado muy presente en la historia de nuestro país.
El león, considerado como el 'rey de la selva' por su imponente porte, es símbolo de ferocidad, liderazgo y poder. Infunde temor y respeto en el resto de animales por su fuerte rugido y su regia melena. De ahí que sea uno de los animales heráldicos por antonomasia.
España es uno de los países que incluyó a este felino en su simbología desde poco después de la unión dinástica de los Reyes Católicos. Cabe destacar también, por supuesto, la importancia capital que ha tenido en el Reino de León, heredado de una legión romana que recibía el nombre de este animal, y en otros reinos españoles.
"El león es príncipe de las selvas, monarca de los fuertes, y emperador de todos los animales. No conoce el miedo, y por esta razón es símbolo perfecto de España, que con corazón bueno ampara con valor a todos sus súbditos", escribió el filósofo español Juan Caramuel.
Historia del león en España
Las primeras representaciones del león en la Península Ibérica aparecieron con las tribus íberas, que los usaban para crear impresionantes esculturas de piedra. Posteriormente, la península se inundó de estos majestuosos animales con la llegada de los romanos, quienes los empleaban como parte de los espectáculos en los anfiteatros y también como un método muy efectivo de ejecución.
Durante la Edad Media, la iconografía romana fue heredada por los reinos cristianos y surgió así el famoso felino de color púrpura, símbolo del Reino de León, documentado por primera vez en las monedas acuñadas por Alfonso VII, el Emperador, en 1126.
Si bien no existen evidencias suficientes de que los leones sobrevivieran como especie salvaje en Hispania, estos han sido representados en toda clase de elementos históricos y culturales del país, desde mosaicos hasta esculturas, monedas y leyendas. Por ejemplo, con los Reyes Católicos, este animal comenzó a ser calificado como 'el león de España', y a figurar como alegoría del país en mapas y otras ilustraciones. Además, los galeones españoles y portugueses del siglo XVII solían portar este animal como mascarón de proa.
Ya en la Edad Contemporánea, el felino pasó a custodiar las instituciones democráticas, como muestran los dos leones situados en la puerta del Congreso de los Diputados de Madrid. Este rol fue adoptado también durante la II República. Sin embargo, el final de la Guerra Civil apartó a este animal de la simbología española por estar asociado al bando republicano. En la actualidad, es el toro ibérico quien parece haberse posicionado como símbolo nacional, aunque el felino sigue muy presente.