Polémico cambio de nombre de un barco español con rumbo a Marruecos

Polémico cambio de nombre de un barco español con rumbo a Marruecos

La naviera Trasmediterránea retira el nombre de Melilla de un buque, generando controversia y críticas por parte del presidente de la Ciudad Autónoma.

MelillaGetty

La compañía de navegación Trasmediterránea ha decidido renombrar el buque 'Ciudad de Melilla' a su anterior denominación 'Fortuny'. Esta acción ha provocado una ola de reacciones, entre ellas, la del presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Juan José Imbroda, quien no ha dudado en expresar su descontento y consternación ante lo que considera una "aberración".

El cambio de nombre se produce en un contexto particular, ya que el buque está destinado a ser reubicado de su ruta habitual entre Melilla y Málaga hacia la línea marroquí que conecta Nador con Almería. Este movimiento se alinea con la próxima Operación Paso del Estrecho (OPE), un evento anual que facilita el tránsito de miles de personas durante el periodo estival.

La decisión ha sido públicamente reprobada por Imbroda durante un acto de campaña electoral para las Elecciones Europeas del 9 de junio. El presidente ha manifestado que, de tener control sobre las condiciones del contrato marítimo de Obligación de Servicio Público (OSP) para Melilla, tomaría en cuenta esta acción de la compañía para futuras deliberaciones contractuales. Imbroda ha ido más allá, sugiriendo una postura de confrontación directa contra la naviera por lo que percibe como un acto de vergüenza y humillación hacia Melilla y sus ciudadanos.

El presidente ha añadido que "yo iría contra esa compañía" porque, según sus palabras, "se ha avergonzado, nos ha vilipendiado, nos ha humillado cambiando el nombre de Melilla a un barco porque no quiere ofender" a Marruecos. "Váyanse a hacer puñetas. Yo iría contra ellos", ha remachado.

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La polémica se intensifica al revelarse que tanto la Ciudad Autónoma como la Autoridad Portuaria habían solicitado una reunión con la compañía y la Delegación del Gobierno para discutir los nuevos pliegos de transporte, sin recibir respuesta alguna. Este silencio administrativo ha sido interpretado por Imbroda como una señal de desinterés y negligencia hacia la importancia del contrato marítimo para la región, que lleva paralizado más de un mes y medio.