Pesca unos globos con mensajes extraños de 2021, escribe a esa dirección y ahora le llega una caja desde 700 kilómetros de distancia
"Es un milagro".

Curiosa historia la llegada desde la localidad italiana de Porto Tolle, en la región de Véneto. Como si fuese un eco del pasado en forma de globo náufrago, una pescadora se encontró uno flotando, pero que llevaba algo atado. Una postal que le llevó a investigar, probar fortuna buscando al remitente y recibir un paquete.
Es lo que le ocurrió, el 25 de octubre de 2021, a Katiuscia Bellan que durante la faena diaria en el barco pesquero familiar se encontró el globo en cuestión, desinflado, entre las redes del pescado que después venderían en el mercado de Pila. Así lo recoge el medio italiano Il Gazzetino.
"Mi marido Marco y mi hijo Andrea me ayudaron a retirar ese extraño objeto, después de lo cual en casa con mi hija Giulia intenté descifrar la nota e investigar en la web, hasta que en los últimos días para mi gran sorpresa recibí un paquete desde Berna", relató la pescadora italiana.
El misterio del globo... cuatro años antes
Bellan también explicó que en la postal podía leerse el siguiente mensaje: "Enviar esta postal inmediatamente, con la ubicación exacta del globo, hará muy feliz al participante. ¡Muchas gracias!". Lo que comenzó con una curiosidad en un día más de trabajo, se convirtió en una suerte de investigación divertida. Se puso más interesante cuando descubrió que otro barco había encontrado más globos, eso sí, sin postal alguna.
"Se podía leer parte de un nombre y se podía vislumbrar una ubicación. Informamos del descubrimiento a algunos grupos y buscamos las ubicaciones en Google Maps. Hace un año pensé que había encontrado a las personas adecuadas y envié una carta, pero pasaron meses sin ninguna respuesta, así que casi me rendí", rememora Katiuscia.
Pero el paquete acabó llegando. En su interior, una recompensa en forma de deliciosos chocolates suizos -perdón, Bélgica-, pero también las imágenes que resolvían el misterio de lo que había sucedido cuatro años antes. Jarmila y Christian Ryffel, quienes tardaron en responder probablemente por los cambios de domicilio que suelen marcar los comienzos de unos recién casados. Efectivamente, los globos formaban parte de un lanzamiento que realizaron en la boda. Y ya que iban a volar, probaron suerte con la postal, un mensaje en botella posmoderno pero que permite ciertas críticas a que más plástico acabe en el mar.
"Llegó tan bien y lo encontraron. Nos alegra que nos contactaran. Era un día precioso y soleado", contestó la novia, en un mensaje que simbolizó, además, el comienzo de una bella amistad: "Sospechamos que el globo voló 50 kilómetros y luego entró en el río Po, en el Tesino o Italia, y luego en el mar. Es un milagro que aún puedan leer la dirección. A Christian también le encanta pescar. Si están en Berna, contáctennos. Christian les mostrará los ríos de Berna donde pueden pescar". Ya saben, lo que la pesca unió, que la pesca no lo separe.