Pagan 20.000 euros por un melón y este es su secreto

Pagan 20.000 euros por un melón y este es su secreto

Ha causado un enorme revuelo en el mundo gourmet. 

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La Lombardía, un pequeño pueblo de Italia, se ha convertido en el epicentro de una historia insólita. Se trata de un melón de la variedad japonesa Yubari King que cuesta hasta 20 mil euros el kilo. Éste ha causado un revuelo tanto en la comunidad local como en el mundo gourmet. 

El melón Yubari King es una lujosa cucurbitácea originaria de Japón donde ha alcanzado precios desorbitados en subastas. La historia comenzó cuando Francesco Casalini, un experto agrícola, trajo las semillas desde Japón a Italia. Estas preciadas semillas fueron plantadas en Ca' Vecchia, una empresa conocida por su enfoque en la agricultura ecológica.

El elevado precio del Yubari King no se debe solo a su rareza, sino también a los cuidados únicos que requiere. Siguiendo la tradición japonesa, los melones deben ser masajeados durante horas, tres veces al día, y recibir un tratamiento que va más allá de lo que cualquier otro cultivo requiere. Este es un proceso que se toma muy en serio en el negocio de la Ca' Vecchia, donde se aseguran de mantener los estándares necesarios para producir esta exquisitez.

Una producción limitada

Este año, Ca' Vecchia produjo solo tres melones Yubari King. Uno de ellos fue transformado en mostaza por un reconocido productor local, otro fue utilizado en una heladería de Viadana, y el tercero fue regalado por Lorenzo Cavalli. Aunque esta fue solo una prueba, los Cavalli están decididos a continuar con este proyecto, con la esperanza de poner en el mercado nuevas cosechas de esta joya agrícola en los próximos años.

La combinación de una agricultura tradicional, un enfoque ecológico y el cultivo de variedades raras ha convertido a Ca' Vecchia en un lugar donde lo ordinario se transforma en extraordinario. Si todo va bien, podría convertirse en el epicentro de una tendencia global, donde los gourmets del mundo compiten por una porción de este exclusivo melón. Mientras tanto, la familia Cavalli, como todos los buenos agricultores, espera que el próximo año traiga consigo una cosecha aún más próspera.